Un solidario joven se conmovió tanto con la situación de los niños que estudiaban en la calle que les prometió y se prometió a sí mismo hacer algo para mejorar su vida.
A veces olvidamos agradecer las oportunidades que tenemos, las pequeñas cosas que hacen que nuestra vida sea digna y agradable. Mientras algunos se quejan por las responsabilidades que tienen que cumplir para formarse académicamente con todas las comodidades, hay niños que estudian sin energía eléctrica, sin Internet, incluso en la calle para intentar salir adelante aunque nacieron en condiciones de pobreza.
Principalmente, la solidaridad implica conectarnos con otras realidades. Significa asumir que, hay que deshacernos de los prejuicios para sensibilizarnos con las necesidades y el dolor de los demás sin juzgar. Desde la empatía y la comprensión podemos ayudar y hacer la diferencia.
Supone aprender a relacionarnos y ser empáticos para servir al otro desde nuestra experiencia de vida y conocimientos, tal como lo hizo HaYoung Lee, un joven y muy creativo coreano quien se encontraba en un viaje de placer en la India.
Como bien sabemos, en ese país asiático no existe una línea divisoria entre especies. Animales humanos y no humanos coexisten a diario. Pues, resulta que, un día HaYoung Lee caminaba por una de estas estridentes calles indias cuando, de repente, un toro se fijó en él y dejó llevar por su indumentaria.
De inmediato, el joven estudiante de la Universidad Hongik, en Corea, se sintió en un San Fermín. Salió corriendo y, en su huida, se adentró en una lóbrega calle que los turistas suelen pasar de largo. No pudo evitar sentir vergüenza de ver a varios niños sentados en el sucio suelo haciendo sus tareas escolares.
“Vi a muchos niños sentados y agachados en el camino de tierra y la escalera estrecha escribiendo algo. Parecían estar estudiando o haciendo alguna tarea escolar”, dijo Lee.
Lee se acercó a los pequeños, haciendo un esfuerzo por conectarse con ellos y sus necesidades a pesar del idioma. Regresó a Corea, pero mantuvo el contacto con los pupilos y les prometió ayudarlos.
Una vez ingresó al programa de Diseño Industrial de la Universidad de Hongik, cumplió su compromiso moral y ético con los jóvenes estudiantes de la India. Así es como nace Letter Desk, un práctico y muy cómodo escritorio portátil, hecho para los estudiantes indios. Una idea nacida de la empatía hacia quienes menos tienen.
Se trata de una pequeña mesa hecha en cartón, plegable y muy sencilla de usar. La idea se centra en que menos es más y en que, con poco presupuesto se puede hacer mucho, tal y como lo demuestra el creativo estudiante de diseño coreano en sus diagramas.
“No hacen falta demasiados recursos para otorgarles a estos niños un lugar digno y cómodo dónde escuchar atentos sus clases. Pero, además, yo soy feliz diseñando. Me siento muy satisfecho con el resultado. Ya nunca volverán a tener que sentarse en ese suelo mugriento”, declaró HaYoung Lee.
La mesa es ligera y aligera el cansancio de los estudiantes que no tienen acceso a una educación más digna.
Definitivamente, este proyecto ideado por el joven y bautizado como Letter Desk es un ejemplo de dedicación y pasión por lo que se hace. En la actualidad, se encuentra recibiendo mucha publicidad, siendo muy aceptado debido a su practicidad. Cualquier persona en el mundo puede colaborar y adquirirlo.
En nuestro trabajo diario conocemos a miles de personajes que, de muy diversas formas, contribuyen a lograr por fin un mundo más justo y armonioso. Creen en una sociedad donde todos deberíamos poder disfrutar de los mismos derechos.
Se saben parte de un colectivo donde el crecimiento de unos no debería poner en peligro el bienestar de otros. En definitiva, defienden un mundo sostenible y, para lograrlo a toda costa, practican el alto valor fundamental de la solidaridad. Saben que los niños en especial, son el futuro de nuestra humanidad y como sociedad debemos velar por ellos.
El mundo necesita muchas personas nobles, empáticas y solidarias como Lee. ¿Eres una de ellas? Si quieres ayudar a luchar contra la pobreza y la desigualdad, tienes mil formas de hacerlo. Tú también puedes donar tu granito de arena para la causa.