Precisamente, ahora que la pandemia ha traído consigo el cierre de escuelas, que los maestros intentan frenéticamente cumplir con objetivos académicos a distancia y que los padres se saturan con las responsabilidades, tanto unos como otros comienzan a darse cuenta de que, para salir bien librados de esta crisis, hay que reinventarse.
El reto es que la pandemia tiene la dudosa cualidad de dejar al descubierto muchos de los problemas que permanecían latentes, con frecuencia exacerbándolos: inequidad en el acceso a educación y recursos, calidad educativa, capacitación docente.
Sin embargo, es en momentos difíciles de confinamiento obligatorio como el que vivimos cuando salen a relucir testimonios vivos de maestros cuya abnegación y amor por su trabajo los dispone a hacer lo que sea con tal de que sus alumnos no detengan su aprendizaje.
Teresa Venegas con su nuevo programa de radio
En vista de que muchos de sus pupilos no cuentan con acceso a Internet, la maestra de Historia, Teresa Venegas, inauguró un programa de radio en Lonquimay, Chile, para llevar las clases virtuales a los más desfavorecidos o que viven en zonas rurales apartadas a la escuela.
Por eso recurrió a esta solución creativa para que ningún niño se quede atrás en sus estudios a través del programa de radio Nütram, que transmite a través de la radio escolar Antumalal, de la Escuela Básica Lafquén, gracias al cual 80 alumnos continúan aprendiendo Historia, durante la cuarentena.
“En Icalma la señal de Internet es mínima, y en Cruzaco y Marimenuco, que están más lejos, a veces ni llega la señal de radio. Es muy difícil”, confesó la educadora.
Las dificultades para enseñar en estas circunstancias son muchas, pero las ganas de hacerlo y no darse por vencida son más. Aun así, la profesora sabe que es imposible reemplazar las clases presenciales y espera que el tiempo le permita reencontrarse con sus alumnos.
“Sé que los 80 chicos no siempre me escuchan, no porque no quieren sino porque no pueden. Este programa de radio es educativo, pero no es un sustituto de las clases, así lo siento yo. Las plataformas como Meet o Zoom no deben reemplazar a las aulas”, afirmó la resiliente maestra.
Como consecuencia de la pandemia de COVID-19, la educación a distancia adquirió una relevancia que quizás nunca había tenido. Esta modalidad de educación se distingue porque no requiere de la presencia de estudiantes y docentes en un mismo espacio y, como hemos visto en esta historia, puede hacerse efectiva por medios muy diversos. ¡Bravo, Teresa!
La resiliencia es una actitud vital positiva considerada una capacidad natural del ser humano, un modo de vivir que podría ser la clave para salir airosos de la actual crisis económica y sanitaria que cargamos a cuestas.
Representa el lado positivo de la salud mental que nos permite mantener la fe en el futuro y superar situaciones para las cuales, en principio, pareciera no haber salida.
Si el propósito es lograr mayor equidad, necesariamente debe ser respaldado por un esfuerzo económico, humano y de participación y organización que trascienda las soluciones inmediatas. Comparte este testimonio de amor a la enseñanza.