Kennedy García, de 15 años, nació en Colorado Springs, Colorado, los médicos les dijeron a sus padres que no tendría calidad de vida, que no podría valerse por sí misma y predijeron que usaría pañales incluso siendo adulta.
Los especialistas les recomendaron a sus padres que la dieran en adopción porque tendría Síndrome de Down.
Pero cuando nació Kennedy sus padres, la aceptaron con todo su amor. A su corta edad se ha convertido en una modelo exitosa desafiando todos los pronósticos médicos.
Renee, de 40 años, madre de Kennedy, relató que su hija firmó un contrato con una agencia de talentos. Ha viajado a Nueva York y Hollywood para cumplir con sus compromisos profesionales y ha desfilado para American Girl, Justice Clothing y Disney.
Los padres de la joven aseguran que los médicos les dijeron que lo mejor era que la dieran en adopción o la ingresaran en una institución. Describieron el Síndrome de Down como una condición terrible y desoladora.
Después de dar a luz, Renee tuvo un encuentro que cambió todo el panorama. Una matrona le dijo que su bebé era hermosa y le contó que ella también tenía una hija con Síndrome de Down.
Renee asegura que cuando escuchó la historia de esa joven de 16 años que tenía la misma condición que su hija le cambió la vida.
Kennedy fue diagnosticada con leucemia y tuvo que someterse a una cirugía muy peligrosa para corregir una afección en su columna que podría afectar su movilidad.
Durante seis meses tuvo que usar un marco de metal atornillado a su cráneo mientras veía vídeos de baile para entretenerse porque permanecía inmovilizada.
Afortunadamente se recuperó y cuando estuvo lo suficientemente bien comenzó a asistir a clases de baile.
“Ella estaba absolutamente en lo que más le apasionaba”, dijo la madre. Después comenzó a modelar y a actuar. Firmó con la agencia KMR Diversity Dream Talent Management.
Kennedy participa en audiciones en Nueva York y Los Ángeles, ha estado en conciertos y en programas de televisión. Recientemente, apareció en un comercial para el censo de Estados Unidos.
La adolescente tiene tres hermanos: Kassidy, de 20 años; Kameron, de 18; y Keegan, de 12. Toda su familia la ha apoyado en su carrera como modelo.
“Ella ha traído tanta alegría y risas a nuestra vida. Se ha convertido en una joven hermosa y divertida con el mundo a sus pies”, dijo su madre.
Cuando Kennedy tenía 12 años conoció a Matthew, quien actualmente tiene 19, en una audición.
“Se le acercó, le entregó a Kennedy su teléfono móvil y le dijo que creía que estaba descompuesto porque le faltaba su número”, relató Renee.
“Me encantó lo valiente y divertido que era, supe que él y Kennedy podrían ser grandes amigos en ese momento. Aunque ella no entendía lo que pasaba, se lo expliqué y ella terminó emocionada”, dijo la madre.
Se hicieron novios y se visitan una vez al mes. “Este era otro niño al que los médicos recomendaron poner a cargo de una institución. Es impactante lo mal informados que estaban todos, y eso fue solo hace 15 años”.
Renee explicó que siente que hay avances respecto a la aceptación de personas con Síndrome de Down.
Explicó que Kennedy asiste a escuelas intermedias y secundarias para hablar sobre el Síndrome de Down y cómo los adolescentes pueden ser amigos de niños con capacidades diferentes.
Renee solo quiere que su hija sea feliz donde sea que su vida la lleve.
“No tengo dudas de que continuará creciendo hasta convertirse en una adulta independiente, fuerte y sorprendente, ya sea que esté actuando, modelando, yendo a la universidad, hablando en público o encuentre su pasión en otro ámbito laboral. Solo espero que siga viviendo su mejor vida”, dijo la orgullosa madre.
El testimonio de esta madre está ayudando a otras familias a vencer los prejuicios sobre las personas diagnosticadas con Síndrome de Down. Compártelo.