Desde que el nombre de Clara Chía se dio a conocer públicamente, se ha convertido en una de las figuras más nombradas en el mundo de la farándula. Una joven que pasó del anonimato a protagonizar las portadas de diferentes medios.
Y es que, desde que Shakira confirmó la separación con el exfutbolista y empresario Gerard Piqué, la prensa rosa hizo todo lo posible por revelar no solo los detalles de la ruptura sino los motivos de esta.
Clara Chía tiene nuevo apodo: «Cucarachía» y muchos piensan que no está bien
Convirtiéndose Clara Chía en esa tercera persona que muchos ven como la manzana de la discordia.
Desde entonces, esta joven de tan solo 23 años ha tenido que enfrentar fuertes críticas, ha sido motivo de burlas y hasta de memes por supuestamente meterse en una relación y destruir un hogar.
Hasta ahora, ninguno de los involucrados ha confirmado los rumores de infidelidad, aunque Shakira no se cansa de lanzar dardos a su expareja y al nuevo amor que acompaña a quien hasta hace poco era uno de los jugadores favoritos del Barcelona.
Esto en cierta forma ha instado a que los seguidores de la cantante barranquillera vean con malos ojos a Clara Chía.
Para los internautas no hay nada bueno respecto a esta joven, la critican por su apariencia, por cómo se viste, por cómo habla, y más recientemente, por su nombre.
Algo que se incrementó tras él último éxito de Shakira, quien emplea un juego de palabras para referirse a Piqué y Clara.
“Yo solo hago música perdón que te sal-pique”, “Tiene nombre de persona buena, Clara-mente no es como suena”, se escucha en Music Sessions #53, hit que protagonizó junto al productor argentino Bizarrap.
Las críticas contra Clara Chía no parecen tener límites y están llegando a niveles extremos. Le han cambiado el nombre y hasta le han puesto apodos que a nadie le gustaría recibir, y esto es algo que en definitiva, está muy mal.
Recientemente, se ha dado conocer el nuevo apodo: “CucaraChía”, presuntamente porque es tan indeseable como una cucaracha. Pero, más que un mote, es un lamentable insulto que demuestra la crueldad de algunas personas que parecen ignorar que las palabras al igual que las acciones, causan heridas que cuestan sanar.
“No, esta definitivamente es la propia CUCARACHIA escribiéndose ella misma. Le encanta que la insulten y que todos expresen lo basura que es”, comentó un usuario en las redes.
Podemos atrevernos a decir que toda esta ola de comentarios negativos es el resultado de una canción que si bien fue una catarsis para la intérprete colombiana, generó una ola empoderamiento femenino pero también dio paso a burlas y juegos de palabras donde la única afectada es Clara.
Todo indica que la joven parece no estar soportando todo el escarnio público y tomó la decisión de pasar un tiempo fuera de las cámaras y refugiarse en casa de sus padres en Barcelona, donde además trabaja.
Clara Chía tiene que soportar que le canten en la calle
Sin embargo, parece que muchos no conocen de límites, un grupo de personas abordó a Clara Chía mientras se encontraba caminando y comenzaron a cantarle parte de Music Sessions #53. Más allá del vergonzoso momento, sus familiares y amigos aseguran que está bien.
Lastimosamente, el nombre de esta joven no se dio a conocer por buenas razones, si bien hay muchos que la defienden, hay otros tantos que se encargan de llenarla de malos comentarios y hacerla vivir momentos incómodos.
No podemos negar que en esta ruptura las dos mujeres son de quienes más se ha hablado. Clara Chía se convirtió en “la otra”, “la intrusa”, “la tirana”, mientras que Shakira en la mujer querendona, engañada y traicionada públicamente.
Si bien no se trata de justificar las acciones de ninguna de las partes, lo que en definitiva no está bien es hablar mal de alguien, ni mucho menos dirigirnos de manera despectiva.
Cada quien es responsable de las acciones que realiza y busca la manera de canalizar sus emociones según como más le convenga. Pero, poner al escarnio público a alguien solo habla de lo mal que estamos como sociedad. No se trata de estar a favor de una o en contra de otra, ambas merecen respeto y amor.
Mucho se habla del empoderamiento femenino, del apoyo de género y el amor propio, pero, cuando vemos acciones de este tipo nos damos cuenta que en definitiva nos falta mucho por sanar y aprender.