Compartir la cama con los hijos es un tema controvertido, sobre todo dependiendo de la edad del niño. Cuando se trata de bebés, puede implicar un gran peligro. Una experiencia de esto la vivió una pareja del Reino Unido, y aún lamentan las consecuencias.
Tom Coomer y Ebony-Jade Pearson
Tom Coomer y Ebony-Jade Pearson tuvieron una niña a quien pusieron por nombre Lydia-Louise Coomer.
Cierto día, cuando la bebita tenía tres semanas de nacida, la madre se despertó extrañada porque no había dado señales de hambre como solía a hacer a esas horas.
Fue cuando se percató de que estaba recostada en el lado derecho de la cama, junto a su esposo quien aun dormía, la cabecita de la niña estaba presionada por la espalda del padre.
La madre temió lo peor, se acercó y pudo darse cuenta de que estaba inconsciente, la lividez de su cuerpo era indicativo de que no estaba bien.
“Tiré de Lydia y ella estaba azul y muy pálida. Traté de despertar a Tom, diciéndole que la estaba aplastando, lo envié por ayuda y dejé a Lydia en la cama. Le di dos respiraciones y luego la ambulancia llegó», contó la madre.
La pequeña Lydia-Louise fue trasladada desde el apartamento donde vivía la pareja ubicado en Grace Crescent en Hanley, hasta el Royal Stoke University Hospital; pero era demasiado tarde, la niña fue declarada muerta.
Se inició una investigación que fue presentada ante la Corte de forenses de North Staffordshire donde se detalló cómo acontecieron los hechos.
“El 26 de septiembre, Lydia fue puesta en su cuna a las 7:30 pm y se despertó a las 10:00 pm para comer y yo me fui a la cama a las 11:00 pm y Tom se quedó despierto”, relató Ebony.
La madre durmió hasta las 3:30 am cuando la despertó el llanto de la niña, pero Tom se hizo cargo y le dio de comer.
El padre después de alimentarla, decidió ponerla en la cama en medio de ambos, en lugar de devolverla a su cuna.
Lo último que recuerda Tom, es que a las 4:30 am recibió una notificación en su móvil, y después de eso se quedó profundamente dormido.
La policía les hizo preguntas y ellos respondieron a todas. Ebony les dijo que no consumía licor, que su marido y ella a veces usan estupefacientes, pero nunca dentro del departamento. Les confesó que durante el embarazo fumaba hasta cinco cigarrillos por día.
En cuanto a la causa exacta de la muerte, Tom cree que pudo haberse movido durante la noche, y como es grande y robusto, tal vez se acostó sobre la niña. No encontraban otra explicación para lo sucedido.
Pero el patólogo que se encargó de la autopsia, no encontró evidencias que pudieran demostrar que la causa de la muerte haya sido por asfixia.
De tal forma que, al experto, no le quedó más alternativa que declarar la causa de muerte como indeterminada.
A pesar de eso, siempre quedará la sospecha de que su deceso se haya debido a la negligencia de unos padres, que no evitaron el peligro de colocar en su cama a una recién nacida.
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