Darren Leith es un amoroso padre de familia. Durante muchos años se dedicó a llevar una vida muy activa mientras practicaba el kayak. También apoyaba y cuidaba a sus tres hijos. Por desgracia, comenzó a tener un fuerte dolor de cabeza que se convertiría en el cambio más drástico de su vida.
Darren y su familia son de la ciudad de Barrow al noreste de Inglaterra.
El dolor se hacía cada vez más fuerte y sus palabras salían cada vez más arrastradas. Ante estos alarmantes síntomas decidió acudir a un médico pero le dijeron que sólo se trataba de una simple migraña. Un viernes, a mediados de abril, colapsó por completo y sufrió un derrame cerebral.
Darren solía pintar en su tiempo libre.
Lo primero que hicieron los médicos al ver la gravedad del asunto fue inducirlo a un coma para poder asegurarse de que su corazón y otros órganos vitales no se vieran afectados. El 31 de abril Darren despertó pero se sumió en una terrible condición: tenía el síndrome del enclaustramiento.
Darren enfermó cuando recién había cumplido 48 años de edad.
No puede moverse, hablar o comer pero puede comprender con claridad todo lo que sucede a su alrededor. Es capaz de pensar, observar y mover los ojos. Desde entonces, la vida de esta familia no ha vuelto a ser la misma y Darrin no para de luchar para lograr sobreponerse a esta difícil situación.
Sus hijos y su pareja lo visitan constantemente y él se muestra muy feliz cuando está junto a ellos, pero cada vez que se encuentra sólo no puede evitar sentirse muy deprimido y llorar.
“Nos costó aceptar algo tan horrible. No puedo imaginar lo que esto debe ser para él. Se debe sentir como alguien enterrado en vida”.
A lo largo de dos años, Leith ha logrado avances muy significativos. Ha aprendido a comunicarse con su familia utilizando el movimiento de sus ojos y deletreando las letras para armar las palabras que tanto quiere expresarles. Gracias a su constante trabajo en las horas de terapia también ha logrado mover un poco algunos dedos, así como también levantar la cabeza de la almohada.
“Debido a la dureza de su condición se le ofreció que firmara una cláusula de ‘No Resucitar’ pero se negó. Quiere luchar. Así que lucharemos junto a él”.
Sin embargo, los médicos aseguran que su condición es irreversible y sólo se cuenta con una pequeña esperanza de recuperar el movimiento. En una visita reciente, Derrin dijo unas palabras que conmovieron profundamente a sus hijos.
Su familia debe conducir durante 2 horas para poder visitar a Darren.
Les pidió que lo llevaran a casa usando sus ojos. Debido a su condición, el amoroso padre debe contar con un hogar que se encuentre habilitado para él. Se necesita hacer algunas transformaciones en el baño y en su habitación pero la familia está dispuesta a hacer todo lo necesario para ayudarlo a sentirse mejor.
“Sé que él estará mejor en casa. Ha sido muy duro no tenerlo junto a nosotros en los últimos dos años”.
La familia se encuentra recibiendo donaciones para poder cumplir el sueño de Derrin. No hay duda de que una vez que se encuentre rodeado de sus seres queridos podrá sentirse mucho mejor y seguirá luchando por su vida.
Apoya a esta familia y comparte esta historia para dar a conocer la trágica historia de Derrin.