Dean Wharmby era fisicoculturista profesional que se regía por una dieta de 10.000 calorías diarias y ocho latas de bebida energética. Muchos juzgaban sus hábitos por considerarlos poco saludables sobre todo por el consumo de bebidas energéticas.
Este tipo de bebidas, muy populares en todo el mundo, se convirtieron en protagonistas de la dieta de Dean, ingería dos latas una hora después de cada sesión de entrenamiento diario que hacía.
Él alegaba que le aportaban la energía que necesitaba, pero las consecuencias negativas sobre su organismo no tardaron el aparecer, lamentablemente fue diagnosticado con cáncer de hígado.
A pesar de su enfermedad no abandonó sus hábitos, los médicos presumen que las bebidas energéticas que consumía en exceso afectaron su hígado y propiciaron la generación de células cancerígenas.
Wharmby debía ser sometido a quimioterapia y a un trasplante de hígado, pero rechazó ambas cosas para optar por métodos naturales.
Sus síntomas se aliviaron por un tiempo, pero sufrió una recaída y fue diagnosticado por segunda vez y no logró sobrevivir.
Su historia abrió una polémica sobre el consumo de bebidas energéticas, la mayoría contiene niacina, un componente que deteriora gravemente el hígado.
Una lata de una bebida energética convencional puede tener hasta 40 miligramos de niacina.
Existen métodos naturales para aumentar la energía, los médicos de University Hospitals of Cleveland en Ohio, sugieren beber mucha agua al día, hacer una siesta de quince minutos, tener una dieta rica en proteínas y otros nutrientes y practicar meditación o yoga para restaurar la energía.
También, los suplementos dietéticos naturales sirven para aumentar la energía de manera saludable. La prioridad es velar por nuestra salud física y psicológica, ante cualquier signo de alerta debemos buscar ayuda.
Él tomó esteroides anabólicos para esculpir sus músculos y aumentar su capacidad para entrenar, la forense Lisa Hashmi aseguró que esa fue la causa directa de su fallecimiento.
Asimismo, comentó que la muerte de Dean debería ser un recordatorio sobre el peligro que hay detrás del uso de estas sustancias. “Encuentro en la balanza de probabilidades que los tumores hepáticos surgieron por el uso indebido de los esteroides anabólicos”.
Dean pasó sus últimos meses de vida usando medicina natural, la curación espiritual y el reiki, llegó incluso a tomar 200 pastillas de remedios naturales diarias.
Su pareja Charlotte Rigby dijo que cuando lo conoció hace ocho años presumía que había utilizado esteroides por el volumen de sus músculos. En ese entonces él reconoció que estaba intentando dejar de consumir esas drogas.
Dean murió el 19 de julio de 2015 en un hospital de Rochdale en el Reino Unido a los 39 años, dejó huérfana a una niña. Cuando cumplió 34 años comenzaron los síntomas y detectaron los tumores en su hígado. Durante su lucha contra el cáncer su novia publicaba los avances en una página de Facebook, pero recientemente su historia se hizo viral sobre todo por el llamado de Dean a conocer el peligro de las bebidas energéticas y los esteroides.
El fisicoculturista relató que su obsesión por los esteroides y las bebidas energéticas surgió porque “estaba tratando de ser lo más grande posible”, sus esfuerzos se enfocaron en aumentar el volumen de sus músculos.
Así transcurrieron 20 años de su vida mientras trabajó como entrenador personal, “entrené a siete clientes en un solo día, uno tras otro”.
Lamentablemente cuando se dio cuenta del daño que le había hecho a su cuerpo ya era demasiado tarde, no pudo ganar la batalla pero sí podrá ayudar a otros a prevenir. No te vayas sin compartir su testimonio.