Hay veces en las que estamos tan obnubilados en nuestros propios asuntos que no nos fijamos que hay personas a nuestro alrededor que podrían necesitar nuestra ayuda. Es comprensible que, entre tantas cosas, se nos olvide un poco mirar fuera de nosotros mismos. Sin embargo, no podemos dejar que el corazón se nos apague para convertirnos en máquinas que solo acatan a las ocupaciones del día a día.
Tenderle la mano al otro nos hace humanos, nos llena de calidez el cuerpo y nos hace sentir vivos. Algo que Debbie Bolton, una exitosa mujer de negocios, debe saber muy bien.
Esta dama se convirtió en una heroína de la noche a la mañana cuando fue vista en el aeropuerto de Omaha ayudando a solucionar una situación complicada entre un padre que necesitaba viajar con su bebé de 2 años y la aerolínea en la que se disponía a volar.
Debbie es co-fundadora y directora global de una marca de productos de limpieza llamada Norwex.
Kevin Leslie, otro pasajero que se encontraba en el aeropuerto, fue testigo de la buena acción de Debbie y quedó tan sorprendido que decidió compartir su experiencia en Facebook.
Leslie cuenta que mientras esperaba en la cola del check-in, vio a un hombre que dialogaba con el personal de la compañía y se notaba muy preocupado. Pudo darse cuenta de lo que estaba sucediendo: el hombre, que viajaba junto a su pequeña de dos años, estaba desconcertado porque los encargados le decían que su hija también necesitaba un billete para subirse al avión.
Según las reglas de la aerolínea, solo los niños menores de 2 años pueden viajar en el regazo de sus representantes.
Notablemente angustiado, el hombre le explicaba al personal de la aerolínea que cuando él compró los boletos, su bebé aún tenía un año. Por lo tanto, no estimó que tendría que pagar un asiento para ella. El estresado padre trataba de hacer entender al encargado que él no disponía de los $749 que costaba el pasaje, de hecho, esa era la razón por la que lo había comprando con tanta antelación.
Sin embargo, para la aerolínea las explicaciones del hombre no eran suficientes. La bebé solo podría subir el avión si tenía billete, sin importar que hubiese cumplido los dos años un par de días antes, tal y como alegaba el padre de la niña.
¡Fue entonces cuando Debbie entró en acción!
Sin nada más que hacer, el hombre se alejó de la cola para hacer unas llamadas. Se podía ver en su cara que estaba completamente desesperado y con el corazón roto, mientras sostenía en brazos a su bebé, dándole besitos en la cabeza.
Kevin Leslie observaba atónito la situación cuando una mujer se acercó al padre de la bebé y le preguntó qué sucedía. Una vez que el hombre respondió a su pregunta, la señora se dirigió decidida al mostrador y, señalando a la niña, le dijo a la empleada «quiero comprar su pasaje».
Kevin Leslie no podía creer lo que estaba sucediendo ante sus ojos.
La empleada, algo incrédula, le preguntó a la mujer si sabía cuál era el precio del billete, «¿$700 y algo?», le dijo, y la chica especificó «$749». Sin dudar, la mujer le pidió que se lo vendiera.
El hombre, inmensamente agradecido, se acercó a darle un abrazo y le pedía que, por favor, le dijera su nombre para pagarle cuanto antes. No obstante, la generosa señora le seguía repitiendo «Está bien, está bien». Kevin Leslie, por su parte, tampoco pudo contener la emoción y le dijo a la mujer un muy emotivo «Dios la bendiga».
Debbie nunca dijo su nombre, no le interesaba ser reconocida como una buena persona; ella solo quería ayudar al hombre y a su bebé a salir de esa engorrosa situación.
Para el momento en que todo esto sucedió, la identidad de la mujer era desconocida. Fue luego, gracias al post de Kevin Leslie, que se pudo saber quién era. Al parecer, no fue difícil dar con el nombre de Debbie Bolton; esta exitosa mujer de negocios ya es conocida por ser una persona generosa con un corazón enorme.
Ojalá que el gesto desinteresado de bondad que realizó Debbie Borton inspire a muchas otras personas a tender su mano ¡Comparte su historia!