Un niño bastante precoz y preocupado por sus estudios ha decidido comenzar a trabajar para ayudar a su madre con los gastos de sus útiles y uniforme escolar para él y su hermanito.
Estevan Aguilar tiene apenas 13 años pero es un pequeño consciente de las dificultades que atraviesa su familia.
Frente a esta situación, Estevan puso a volar su imaginación para descubrir el modo cómo podría ayudar a su mamá. Entre una lluvia de ideas, el pequeño que vive en Lubbock, Texas, decidió trabajar como jardinero y cortar el césped de las personas por algo de dinero.
Estevan se acercó a su madre Evalena Castro para comentarle sobre la idea. La mujer se resistió pero el niño estaba firme en su decisión y supo que nada de lo que le dijera lo haría cambiar de opinión.
«Quiero ayudarte a conseguir un par de zapatos para mí, mi hermana y mi hermano, y útiles escolares», recuerda la mujer haber escuchado de su hijo.
Evalena es madre soltera y Estevan ha visto de cerca el esfuerzo que ha hecho esta mujer para poder mantenerlos a él y a sus hermanos, José Alvarado, de 10 años, y Floresme Alvarado, de 8 años.
«Primero, quería cortar un par de jardines sólo para conseguir unos zapatos para mí y para mis hermanos. Pero cuando resultó todo bien, decidí ir un paso más allá y, ya sabes, conseguir los útiles escolares y la ropa escolar de mi hermano y mi hermana, y ayudarlos con todo para el año escolar», dijo Estevan.
La situación de esta familia es realmente delicada, a Estevan le preocupa el estado de salud de su madre.
Según comentó el pequeño, él decidió empezar con su trabajo después de que su madre se desmayara en su trabajo. Desde ese entonces la mujer ha sufrido otros desmayos, pero los médicos no han encontrado nada fuera de lo normal en los estudios que le realizaron.
Lo más probable es que Evalena se sienta agotada por tanto trabajo y sus problemas financieros, algo que para su hijo es evidente.
«Trato de estar ahí para ellos y mostrarles lo que está bien y lo que está mal. Sabes, sólo estoy intentando estar allí y ser esa figura paterna. Para mi madre simplemente ha sido muy difícil porque, ya sabes, tiene que trabajar exhaustivamente para mantenernos», dijo el pequeño Aguilar.
Desde que inició con su empleo, el generoso niño ha podado al menos unos 27 metros de césped y por los momentos no planea terminar con su labor.
Al contrario, ha encontrado motivación después de obsequiarle una caja de creyones de unicornios a su hermana y ver su emotiva reacción.
A pesar del panorama, Estevan está consciente de que la situación es algo temporal pues el niño desea dedicarse a otra profesión en su futuro.
«Me gustaría estudiar una carrera en el campo de la medicina o de biólogo marino. Pero por ahora me limito a cortar el césped», agregó Estevan.
La disposición para ayudar a su familia y encontrar un mejor futuro de este niño es digna de admirar, pues a pesar de las dificultades no se deja quitar sus ilusiones y ganas de salir adelante.
Esperamos que Estevan no sólo encuentre gente generosa que le retribuya de buena manera su servicio, sino que alguna persona pueda ayudarlo con las cosas necesarias para cubrir sus estudios.
Comparte el inspirador gesto de este pequeño que a su corta edad le da una lección al mundo.