La detenida por la muerte del pequeño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada, tras la segunda visita a la finca para la reconstrucción de los hechos con las autoridades, ha confesado abiertamente su crimen.
El terrible asesinato que ha causado conmoción en el país entero ha despertado una ola de indignación e interrogantes sobre cómo la mujer que vistió, alimentó y cuidó al pequeño ahora se convertía en su asesina.
Pero un nuevo audio del día de las declaraciones en que supuestamente encontró la camiseta del pequeño, ha salido a la luz, y nos estremece por completo.
Aquel día en el que habría encontrado la prenda del menor en un lugar previamente rastreado por perros adiestrados y con la novedad de que la camiseta estaba seca cuando había llovido intensamente el día anterior.
Las declaraciones de Ana Julia ese día son escalofriantes e increíble el show montado para convencer a los medios de su «patente dolor» porque el pequeño no aparecía, angustiada sin saber «quién lo tiene» y «qué le estarán haciendo». ¡Realmente patológico!
«Las circunstancias en las que desaparece el niño, estaba comiendo aquí con su abuela y conmigo. Estábamos los tres comiendo y, como siempre, el niño después de comer se va con sus amiguitos, que está a unos 50 o 70 metros la casa de su amigo. Entonces, como siempre, le vimos salir», empiezan las frías declaraciones de Ana Julia.
Según ella, el niño le dijo que saldría, a lo que le respondió que después fuera a merendar.
«Yo me marché, que tenía que hacer unas cosas, y se quedó la abuela en la casa».
«No llegó a casa de Rosita porque fuimos… eh… como yo no estaba aquí, la abuela, al ver que el niño no venía, fue a buscarlo. Y le dijo Rosita: ‘Puri Carmen, si Gabriel aquí no ha venido'».
«Entonces, Puri nos llamó a Ángel y a mí y yo me vine enseguida porque mi chico estaba trabajando. Me fui para buscarle, llamé a las casas preguntando y tal y nadie sabía nada, ‘no, no lo hemos visto, Gabriel aquí no está’, y ya».
«A las ocho de la tarde llamé a su padre y le dije: ‘Vente para acá, que al niño le ha pasado algo, que no aparece'».
Y entonces empieza el teatro de Ana Julia:
«Nos está comiendo la pena porque es que si le pasa algo y lo encuentras por ahí, por lo menos lo has encontrado. Pero es que no sabemos quién lo tiene, qué le estarán haciendo, si estará comiendo o si estará bebiendo… cómo estará mi niño, no lo sabemos. Nos está matando, nos está matando, no sabemos dónde está Gabriel y quién lo tiene. Estamos fatal, estamos fatal, no sabemos qué hacer».
El cinismo y la desfachatez de esta mujer enferma llega al culmen:
«Si hay una persona que lo tiene, que lo oiga este programa y que se le encoja el corazón, y que nos devuelva a nuestro niño, que sólo queremos tener a Gabriel en casa. Que no vamos a hacer nada, no vamos a tomar represalias, solamente que nos lo devuelva, por favor, devolvedlo… nada más».
«Es que no es mi hijo, cariño, no es mi hijo, pero es que paso tanto tiempo con él porque cuando le toca a su padre estoy yo con él, porque su padre trabaja».
«Lo llevo al colegio, le doy de merendar, hago la tarea con él, duerme con nosotros… es que, es como si fuera mi hijo, igual», concluye Ana Julia su declaración en Radio Galega.
Aquí puedes escuchar la entrevista completa a Ana Julia Quezada en torno a la búsqueda de Gabrielillo, como lo llama ella:
Es impresionante al nivel de impavidez y frialdad al que puede llegar una asesina, que lo único que quería era quitar al niño de por medio para cumplir sus objetivos mezquinos.
Aunque no queremos llenarnos de odio y rencor contra una mujer que ya pagará por el indescriptible acto atroz cometido, no podemos dejar de recriminar este tipo de actos. Puede servir para que las mentes inescrupulosas sepan que sí existe la justicia y que aunque hay muchos casos sin resolver, hay muchos otros en los que los crímenes se pagan… y muy caro. Comparte esta noticia.