Tras haber sido un fumador empedernido por casi 20 años, Stephen Davies dejó de fumar hace cinco años para dedicarse a una vida activa y sana desde entonces.
Sin embargo, un paro cardíaco parece haberle dicho que su abandono del vicio había sido ficticio “Davies dejó de fumar pero no su corazón”. Al menos esto cree el hombre de Yeovil en Somerset, quien culpa al vapeo de su experiencia cercana a la muerte.
Davies, de 44 años pasó casi la mitad de su vida fumando cigarrillos y hace 5 años dejó esto atrás pero continúo con los cigarrillos electrónicos.
Durante este tiempo, Davies ha llevado una vida activa, yendo al gimnasio tres veces por semana, jugando para un equipo de fútbol y corriendo semanalmente 5 km. Por esa razón quedó sorprendido cuando sufrió un ataque cardíaco.
Durante el pasado mes de abril, Stephen sintió un fuerte dolor en su mandíbula que progresó a una sensación de indigestión y dificultad para respirar y se fue a la cama con la esperanza de que la sensación pasara.
Davies despertó en medio de la noche con un ataque al corazón y su esposa llamó de inmediato al servicio de emergencias. Durante el traslado al hospital el hombre sufrió un paro cardíaco y los paramédicos estuvieron a punto de perderlo.
Por fortuna, el padre de cuatro niños pudo salvarse y tras haber recibido el alta médica decidió abandonar también el cigarrillo electrónico, porque asegura que fue la causa de su enfermedad cardíaca.
“Tomé la decisión de dejar los cigarrillos hace cinco años porque quería sentirme más saludable y no quedarme sin aliento cuando hacía ejercicio.
Comencé a vapear porque pensé que era la mejor opción y me ayudaría a alejarme de los cigarrillos”, comentó Davies.
Después de ser reanimado, el Davies fue llevado de urgencia al quirófano del Hospital Musgrove Park. Los médicos descubrieron que la arteria principal de Davies tenía un coágulo de sangre que entraba en el ventrículo izquierdo de su corazón, causando el ataque.
Los cirujanos le pusieron un stent en el corazón y le salvaron la vida a este padre, quien entró en rehabilitación cardíaca durante 4 meses después de haber recibido su alta.
Para Davies y su esposa Karolina, de 40 años, la pluma de vapeo fue la responsable de su experiencia tan cercana con la muerte.
Los médicos no pudieron asegurar esto en un 100%, aunque le dijeron que el uso prolongado del cigarrillo electrónico también termina por pasar una alta factura al cuerpo.
Davies cree que en su caso tuvo muy mala suerte, “vapear sigue siendo más saludable que los cigarrillos, pero también puede acabar con tu vida”.
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