Se le conoce como instinto maternal a ese vínculo afectivo que cada mujer desarrolla, a manera, con su bebé. Consiste en un proceso natural que la mayoría de las mamás experimentan una vez que han dado a luz y su encanto reside en que surge sin la intervención de la razón: es ese impulso incontrolable de cuidar y proteger ferozmente a tus hijos como dé lugar.
No obstante, no todas las mamás están dotadas del instinto maternal. Existen mujeres que, de hecho, son la antítesis de la maternidad y traen niños al mundo de manera desinteresada, como si su único propósito fuese hacerlos sufrir y, en ocasiones, condenarlos al abandono.
Viktoria Kuznetsova es un claro ejemplo de ello, una adolescente rusa que dejó a su bebé encerrado, muriendo lentamente de hambre y sed, durante toda una semana mientras ella se iba de fiestas.
Para esta chica de 17 años su bebé Egor representaba un completo estorbo. Por esa razón, en cuanto su esposo dejó el hogar para cumplir con el servicio militar, ella aprovechó para irse de fiesta durante toda una semana con sus amigas, dejando a la pobre criatura dentro de su cochecito, completamente solo en casa.
Egor apenas tenía 9 meses cuando perdió la vida víctima de la negligencia de su madre.
Justo el día antes de partir, la chica escribió en una de sus redes sociales «todo está bien», seguido de otros dos posts: «Pasando el rato con Nastya. Me he teñido el cabello de negro» y, dos días después, «Peleamos, guardamos rencor y nos molestamos con aquellos a quienes amamos de verdad y tenemos miedo de perder«.
Sin lugar a dudas, Viktoria no estaba pensando en su hijo cuando escribió eso. La chica pasó todos esos días fuera de casa en una residencia universitaria, donde se estaban alojando sus amigas y cuando le preguntaban que dónde estaba su bebé, ella simplemente respondía que lo había dejado al cuidado de una tía.
Esta es la casa de familia de Viktoria, donde el pequeño Egor fue abandonado a su suerte hasta morir de hambre.
Eventualmente, los vecinos comenzaron a notar que algo extraño estaba pasando y llamaron a la policía, pero para entonces ya era demasiado tarde. Cuando las autoridades irrumpieron en la casa de Viktoria, encontraron los restos de Egor en su cochecito.
Durante el interrogatorio, Viktoria admitió que había dejado a su bebé solo en casa porque, simplemente, no quería ocuparse de él.
Posteriormente, se supo que cuando Egor tenía apenas un mes, la adolescente había intentado dejarlo en un orfanato, sin embargo, el pequeño le fue devuelto dos meses atrás.
Por este terrible crimen, Viktoria fue sentenciada apenas a 10 años de prisión. Por su parte, su esposo ha hecho público su dolor y manifestó su deseo de divorciarse en cuanto antes de la asesina de su hijo.
Lo que hizo esta mujer no tiene perdón ¿Te parece a ti que 10 años de cárcel son suficientes? Comenta y comparte con todos tus conocidos.