Anthony LaCugna es un niño de 8 años diagnosticado con autismo no verbal, tiene dificultades cognitivas y motrices severas debido a su condición.
Nicole y Jimmy LaCugna, los padres del pequeño sabían desde su diagnóstico que él tendría que enfrentarse a muchos desafíos a lo largo de su vida, ahí estarían ellos para acompañarlo y ofrecerle su amor.
Una de las dificultades de Anthony es que no puede expresarse con palabras, además, tiene una alteración neurológica que afecta gravemente sus movimientos.
Pero lo que nunca pensaron sus padres era que una de las mayores pruebas a la que se tendrían que hacer frente sería puesta por la iglesia católica, la institución en la que han confiado durante toda su vida.
Denunciaron que la iglesia le negó a Anthony la posibilidad de hacer la primera comunión porque “no sabe distinguir entre lo bueno y lo malo”. Al ser el Santo Sacramento, uno de los más importantes de la iglesia, los padres quedaron devastados con la autoritaria medida.
Nicole estaba consciente de que para él sería muy difícil asistir a clases de catecismo, así que ella decidió enseñarle en su hogar lo que consideró necesario después de conseguir el permiso en la parroquia a la que asistían para que él hiciera la Primera Comunión.
En la iglesia le dijeron que Anthony debería hacer un sacramento previo a la comunión que es considerado indispensable por la iglesia: la confesión, para ser redimido de sus pecados por medio de la gracia divina.
Evaluaron cómo podrían hacer que el niño se expresara por medio de carteles y superar este paso.
“Anthony no es capaz de identificar un pecado versus un hecho que no es pecado, no tiene la capacidad de decir que el cartel que está en su mano izquierda, incluso señalando, es el pecado. O que el cartel que tiene en su mano derecha no lo es”, dijo la madre planteando el caso que el niño tuviera cartas en sus extremidades para hacer la confesión.
Se aproximaba la fecha del sacramento cuando Nicole recibió una llamada en su vivienda en Nueva Jersey de una persona que se presentó como miembro de la iglesia St. Aloysius a la que asistían desde hace años.
“Dijeron que no hay forma de que pueda hacer su Comunión. Porque alegan que no entiende de qué se trata la Sagrada Comunión”, relató Nicole a un medio de comunicación local.
Asimismo, le explicaron a la madre que la discapacidad de Anthony no le permite discernir entre lo correcto y lo incorrecto, así que para ellos no está a la altura del punto de referencia requerido para hacer el sacramento.
Los padres de Anthony publicaron lo sucedido en su perfil de Facebook.
“Hoy Nicole y yo fuimos informados de que nuestro hijo Anthony no podría hacer la comunión este año. Como la mayoría de ustedes sabe, él es un niño autista no verbal que está en su año sacramental. El sacerdote John Bambrick párroco de la iglesia Sanint Aloysius en Jackson y la Arquidiócesis de Trenton llegaron a ese acuerdo alegando que el niño no puede identificar lo bueno y lo malo”.
“Es muy difícil e incómodo comprender como si todos somos creados por Dios nuestro hijo es rechazado de la fe católica debido a su incapacidad para comunicarse”, continúa el mensaje.
“Esto es algo que espero se vuelva viral y se conozcan los nombres de las partes involucradas para este acto tan vergonzoso y descorazonado contra un niño que tiene una discapacidad y que ni siquiera podría crear un pecado porque es uno de los más dulces e inocentes niños que alguien podría conocer.
Por favor, ayuden a difundir el caso, sobre todo a los padres de los compañeros de Anthony que tienen la misma condición para que ningún niño o familia tenga que lidiar o sentir lo que hemos sentido en los últimos días desde que nos enteramos.
El sacerdote de la Iglesia Saint Aloysis y la Arquidiócesis de Trenton deberían estar muy avergonzados por eso”.
Poco después la publicación había sido compartida diez mil veces, decenas de padres que habían sufrido experiencias similares se pronunciaron y la comunidad de la iglesia católica los alentó a continuar sus esfuerzos e interceder ante las autoridades eclesiásticas.
Incluso los medios de comunicación difundieron el caso, ante el escándalo, la parroquia ofreció declaraciones y resaltaron que se adaptarán a los nuevos cánones dictados por el Papa Francisco.
“La nueva información arrojó luz sobre las formas de adaptar aun más nuestros preparativos para niños con problemas cognitivos y discapacidades. Gracias al trabajo de abogados canónicos, teólogos y el Papa Francisco se permitirá la recepción de estos sacramentos. Se debe suponer que el niño tiene una relación espiritual interna con Dios y eso sería suficiente en estos casos particulares. El obispo David O’Connell, de la Diócesis de Trenton, aprobó estas adaptaciones adicionales”.
El representante de la iglesia explicó: “La familia a la que muchos han defendido ha sido informada de esta nueva guía que permitirá adaptaciones adicionales a la preparación y recepción de los sacramentos”.
Nicole todavía continúa indignada, no sabe si quiere que su hijo reciba la Primera Comunión de manos de un sacerdote que lo discriminó.
Asimismo, dice que no le queda claro según ese comunicado su hijo podrá hacer el sacramento este año. El párroco negó el sacramento al niño y ahora que en esa iglesia están informados sobre el derecho de que todos los bautizados reciban los sacramentos no han revertido su decisión.
Comparte esta polémica denuncia que ha dado mucho de qué hablar en las redes, miles de personas expresan su apoyo a los padres de Anthony.