Se supone que cuando alguien acude a tratamientos de fertilidad se deben cumplir ciertas condiciones que deben ser aceptadas por las partes involucradas en este delicado proceso.
El incumplimiento de una de estas condiciones es lo que precisamente reclama Maia Emmons-Boring, quien ha acusado a un médico de fertilidad de Colorado de usar su propio esperma en lugar del esperma de un donante anónimo, para embarazar a su madre hace casi 40 años.
Maia de 39 años de Texas reveló que ella y su hermana tienen al menos cinco medio hermanos desconocidosy engendrados por el doctor Paul Brennan Jones, médico de fertilidad, que actualmente tiene 80 años.
«No lo niego. No lo admito», dijo el doctor Paul.
Cuando un periodista le preguntó a Paul, si realmente había engendrado a los niños, calificó la pregunta como «impertinente» y se negó a responderla.
Maia descubrió que el padre con el que había crecido no era su progenitor biológico tras recibir un mensaje de un desconocido en su bandeja de entrada de un sitio de ADN, en víspera de Año Nuevo del año pasado.
«Parece que estamos muy cerca, así que supongo que somos medio hermanos. Mi padre era donante de esperma en Grand Junction, Colorado, y he encontrado tres medias hermanas más y un medio hermano cuyos padres también recurrieron al donante en la misma clínica”.
Aunque al principio Maia pensó que el mensaje era parte de una estafa, le llamó la atención y decidió investigar la confiabilidad de las pruebas de ADN de esa entidad.
Los resultados de su búsqueda en línea convencieron a Maia de que el mensaje no era un engaño y decidió informarle a Tahnee Scott, su hermana menor, sobre la situación. Después, ambas hablaron con su madre, Cheryl Emmons.
“Al principio nuestra madre lo negó y después nuestro padre, que es muy callado y reservado la interrumpió y dijo que sí había utilizado un donante de esperma para concebirlas», reveló Maia.
Cheryl había consultado al doctor Paul, quien ejercía desde 1972, para que la ayudara a concebir porque su esposo había pasado por un cáncer testicular. El doctor le aseguró que usaría un donante de esperma anónimo.
La donación del esperma no era una práctica común en ese tiempo, por lo que los médicos usaban «muestras frescas» proporcionadas media hora antes de la visita de la madre por donantes anónimos, pero según la demanda este doctor usó su propio esperma.
Fue una inseminación exitosa e incluso el doctor ayudó en el nacimiento de Maia en 1980. Después de 5 años el mismo doctor realizó la inseminación artificial y asistió el parto de Tahnee.