Ninguna persona debería temer perder su empleo por el simple hecho de expresar sus creencias o preferencias de cualquier índole.
Lamentablemente, aún son muchos los espacios y autoridades que reprimen y se niegan a expandir su mente, rehusándose a aceptar que todos los seres humanos somos iguales y tenemos los mismos derechos.
Esta es la injusticia a la que ha tenido que enfrentarse durante 5 largos años un ex entrenador de fútbol, quien trabajaba en un escuela secundaria pero fue despedido de la peor forma por defender su derecho a realizar un rezo personaldespués de cada partido.
Su nombre es Joe Kennedy, originario del Estado de Washington, en los Estados Unidos. Fue despedido en el 2015 de la escuela Bremerton High School. El motivo fue el simple hecho de realizar una oración en silencio, de solo 15 segundos, al final de cada encuentro deportivo.
Sus oraciones no hacían mal a nadie ni afectaban su trabajo
Lo primero que hizo la institución para intentar coartar la libertad de Joe fue sancionarlo con una suspensión. Sin embargo, al ver que eso no surtió efecto, finalmente acabaron por despedirlo sin ninguna razón que implicara su desempeño profesional.
Pero, este exsargento de artillería retirado de la Infantería de Marina no estaba dispuesto a que la escuela se saliera con la suya, sin luchar fuertemente por sus derechos. Para él, le fue negada la libertad religiosa y de expresión.
«La Primera Enmienda realmente significa mucho para mí. Es realmente terrible que alguien pueda ser despedido solo por expresar su fe. Así que estoy luchando para que ninguna otra persona tenga que pasar por esto y no deba elegir entre su trabajo y su fe”, afirma Joe.
Tristemente, su lucha no ha podido avanzar tanto en la corte como este hombre desearía. Asimismo, la Corte Suprema se negó a llevar su caso, pero él y su abogado no desisten en su batalla a favor de los derechos.
“Siempre he sido un luchador. El Marine en mí solo quiere luchar. Es una batalla larga, pero estoy aquí para ello», señaló Joe.
El objetivo de Joe es poder recuperar su cargo como entrenador, pero sin tener que renunciar a su fe para desempeñarse con todo su talento en el campo de fútbol.
Actualmente, el caso de Joe está siendo examinado por la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de los Estados Unidos. Confiamos en que los veredictos resulten a su favor y que su lucha inspire a todas las personas que, como él, han perdido el trabajo con el que sustentan a su familia de forma injusta.
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