Vivimos sumergidos en una profunda contaminación fomentada día a día por nosotros mismos, por las grandes empresas y en definitiva por el sistema capitalista que poco cuida a la naturaleza, y busca sacar provecho de ella a costa de su detrimento.
Mientras tanto miles y miles de animales en todo el mundo se están extinguiendo por no tener un hábitat saludable, los océanos se llenan de plásticos y la vegetación lentamente está desapareciendo.
Se estima que para 2050 habrá más plásticos en el mar que peces
Pero afortunadamente hay organizaciones que velan por el medio ambiente y personas que luchas también contra esta situación, como es el caso del multimillonario noruego Kjell Inge Røkke que ha decidido destinar parte de su dinero para limpiar los océanos del mundo.
Según la revista Forbes, el hombre es uno de los más ricos de Noruega, cuya fortuna está valuada en 2.600 millones de dólares.
Y por eso, en un acto filantrópico, informó que está dispuesto a donar la mayor parte de lo que tiene para poder llevar a cabo el proyecto de construir un barco de investigación marina.
Este barco, llamado Research Expedition Vessel (REV), tendrá 180 metros y recorrerá las aguas recogiendo basura plástica. Se estima que podría limpiar cerca de cinco toneladas por día (para luego derretirla).
El barco tendrá una extensión de 180 metros
Además, según Business Insider, la nave será la más grande de su tipo en el mundo, pudiendo transportar 60 científicos y 40 tripulantes. La idea es que viaje alrededor del mundo recogiendo los residuos y midiendo la salud de los océanos.
El proyecto busca que el barco recorra el mundo entero
Para que nos demos una idea, sólo el océano Pacífico Sur está cubierto de 38 millones de piezas plásticas. ¡Un verdadero desastre!
«Lo hago como una forma de devolverle a la sociedad lo que gané», dijo el magnate en una entrevista con el periódico Aftenposten.
De simple pesquero a director de multinacionales
Desde siempre Røkke manifestó su amor por los océanos. Comenzó desde abajo siendo un simple pescador pero luego los miles de millones llegaron con las compañías de transporte y perforación marítima.
Además de su ejemplar actitud con la donación millonaria, el noruego es inspiración para aquellos que buscan perseguir sus sueños pero tienen más excusas que ganas. A pesar de sufrir dislexia y no tener educación secundaria, trabajó desde los 18 años en los arrastreros de Alaska, y luego terminó dirigiendo varias compañías estadounidenses.
En las redes sociales admiran el gesto del multimillonario
Luego regresó a su país y allí construyó su propia flota de transporte marítimo. Y ahora busca devolverle al océano todas las satisfacciones que le ha dado.
Es importante contagiar el espíritu solidario de este hombre y fundamentalmente concienciar sobre el peligro que vivimos ante tanta contaminación, en un mundo cada vez más deteriorado. Comparte su acto solidario.