La Policía Local de Esporles, en Mallorca (España), logró detener el pasado lunes en la finca de Son Quint, a un hombre de 45 años como presunto autor de tres incendios forestales declarados en la última semana.
El sujeto fue detenido «in fraganti» en el momento justo en el que procedía a provocar el cuarto incendio en un lapso de 6 días en la misma localidad.
Con los incendios del Amazonas que han sobrecogido a la humanidad entera, este nuevo suceso hace despertar las alarmas y no podemos entender cómo alguien puede ser capaz de provocar semejante daño tan atroz en contra de la naturaleza y de manera continuada.
Cuando fue arrestado llevaba mecheros, sopletes y pastillas de encendido a punto de provocar un cuarto incendio en la misma finca que había ardido el día anterior.
El sujeto, que es un ex militar alemán residente en Palma, pudo ser detenido gracias a las declaraciones de algunos vecinos, a partir de las cuales la Policía hizo un “retrato robot” del autor y así lograron seguir su rastro.
La finca de Son Quint ha ardido tres veces en una semana, pero la rápida actuación de los bomberos ha permitido que las llamas no se propagaran.
La Policía Local “confirmó” que los incendios eran intencionados porque había tres focos distintos.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil se hizo cargo del caso después de que el sujeto opusiera resistencia, pero finalmente fue arrestado.
Después de que el caso fuera remitido al juzgado, el martes a última hora se ha dictado prisión provisional sin fianza para el incendiario.
Pero tristemente, los incendios no es de lo único que se le imputa, también sería el presunto autor del incendio de dos coches de Medi Ambient, de los cuales uno quedó totalmente destruido.
El dueño de uno de los vehículos oficiales denunció que halló cuatro neumáticos quemados con pastillas incendiarias colocadas en las ruedas.
El primer fuego se declaró el pasado martes en las cercanías de la Granja de Esporles y quemó media hectárea de pinar. Luego, el jueves el pirómano volvió a actuar en una zona boscosa, cerca de varias viviendas, detrás de la iglesia de la localidad de la Serra de Tramuntana, pero sólo afectó 100 metros de pinar gracias a la rapidez de los servicios de extinción. Y finalmente, cinco días más tarde, en la zona de Son Quint, los servicios de extinción de incendios sofocaron un fuego que afectó a 2.000 metros cuadrados de pinar.
La investigación del Seprona permitió corroborar que el sospechoso se encontraba en las zonas afectadas por los incendios en el momento que se inició cada uno de ellos.
Definitivamente, no podemos entender cuál puede ser el móvil para que una persona llegue tan lejos en su sed de destrucción. ¡Comparte esta noticia para crear conciencia!