Pese a los avances logrados, aún hay mucho por hacer antes de que la pandemia por coronavirus logre ser mitigada. Por lo pronto, son los profesionales de la salud los que siguen en pie de lucha, día a día, pese a las miles de personas enfermas; dando lo mejor de sí en sus extenuantes jornadas de trabajo.
Tristemente, muchos de estos profesionales terminan contrayendo la enfermedad al entregarse sin medida a su labor. Por supuesto, estos héroes con bata también tienen familia y tras su partida dejan muchos corazones devastados.
María Rosa Fullone era médica titular del Servicio de Emergencias y Urgencias del Hospital Fernández, en Argentina. Tenía 56 años y una extensa trayectoria profesional en la que siempre se distinguió por darlo todo por sus pacientes.
Dejó roto el corazón de sus 3 hijos
Estaba programado que la especialista en dermatología recibiera la vacuna de coronavirus el próximo 23 de marzo. Sin embargo, enfermó repentinamente del virus y tuvo que ser internada el pasado 19 de febrero.
El coronavirus actuó rápidamente causando estragos irreversibles sobre su organismo. Al principio, presentó dificultades para poder respirar y después su situación empeoró hasta terminar en terapia intensiva.
María falleció, un hecho que no sorprendió a sus hijos, quienes le pidieron en repetidas ocasiones que dejara su trabajo. Pero su dedicación y vocación fue más grande que cualquier cosa en el mundo y la médica sabía bien que la única forma de sacarla del hospital era sin vida.
Tras su partida, fue uno de sus hijos, llamado Ezequiel Campelo, quien compartió el suceso a través de las redes sociales, con la intención de que su entrega no pase desapercibida y motive a las personas a respetar las medidas de seguridad para mantenerse a salvo.
“Cuando te dije que dejaras la guardia, me respondiste que del Hospital Fernández te ibas a ir en un cajón, y así fue. Esa eras tú y, por eso, ahora te vas por la puerta grande, luchando una última vez por tu gente. Que tu amor y vocación sirva de ejemplo para todos. QEPD, Mamá”, escribió Ezequiel.
Ahora, el consuelo de los tres hijos de María son todos esos momentos maravillosos que pasaron en familia, sonriendo, jugando, abrazándose y haciéndose saber cuánto se amaban los unos a los otros.
“Hoy tus pacientes, colegas, amigos y familiares solo podemos pensar en lo mucho que hiciste y aún sigues haciendo por todos nosotros. Por eso, abrazamos con orgullo el merecido reconocimiento que estás teniendo. Y ahora sí, ya puedes descansar un poquito. Adiós, mamá, ¡te amamos!”, dijo Ezequiel.
Esta sensible pérdida ha conmocionado a miles de internautas alrededor del mundo. La mejor manera de honrar la memoria de todos los profesionales de la salud es actuando responsablemente.
Comparte para que más personas conozcan la historia de María Rosa Fullone y su sacrificio no sea en vano, así como el de todos los sanitarios que no han podido sobrevivir a la pandemia.