Médicos y cirujanos de todo el mundo pasan años preparándose para poder ejercer como profesionales y ofrecer a sus pacientes lo mejor de sí. Sin embargo, hay algo que no les enseñan en ninguna universidad. Se trata del terrible momento en que deben compartir las temidas noticias de la muerte de alguien, especialmente si se trata de una persona que apenas se encontraba en la flor de la vida.
Este médico tiene 25 años de experiencia en el campo de la salud.
Esto es algo que sabe muy bien el doctor Louis M. Profeta, quien trabaja en el Hospital St Vincent y se encarga de recibir los casos de emergencias. El doctor Profeta tiene una costumbre que a muchos puede parecer sumamente extraña: revisar el perfil de Facebook de sus pacientes que han fallecido.
El doctor Profeta vive en la ciudad de Indianapolis, en Indiana, Estados Unidos.
Después de todos sus años de experiencia, el doctor Profeta asegura que esta costumbre se ha vuelto un factor imprescindible dentro de su rutina de trabajo. De esta manera se puede preparar mucho más humanamente para poder compartir con los familiares las noticias que van a cambiar para siempre sus vidas.
“Estoy a punto de cambiar las vidas de tu mamá y de tu papá. Dentro de cinco minutos ya nunca volverán a ser los mismos. Nunca volverán a ser felices.”
Profeta compartió sus palabras a través de una carta abierta en Linkedin y miles de personas han quedado verdaderamente conmovidas ante lo que demuestra un enorme compromiso en cada aspecto de su trabajo.
Además de su trabajo como médico, Profeta dicta seminarios sobre emergencias hospitalarias en universidades locales.
Al comienzo de su carta, Profeta admite que lo primero que embarga su cuerpo ante la pérdida de alguien muy joven es la impotencia. Es por eso que tratar de conocer el lado más humano de esa persona que se encuentra en la camilla es algo fundamental para él.
“Ahora mismo todo lo que puedo es sentirme molesto contigo. Por lo que te hiciste a ti mismo o por lo que le harás a ellos. Tal vez estabas enviando un mensaje en lugar de ver la carretera o estabas muy borracho al conducir».
Después de anunciar la hora del fallecimiento del paciente, Profeta toma la licencia de conducir y busca su nombre a través de Facebook. Por lo general tiene al menos un amigo en común con el aquel joven que acaba de fallecer.
“Veo tu sonrisa, el color de tus ojos cuando están llenos de vida. Tu viaje a la playa, soplando las velas. La Navidad con tu abuela”.
No hay duda de que estos minutos que el dedicado doctor se toma para conocer algo más de sus fallecidos pacientes son vitales para poder acompañar a sus padres y familiares en un momento tan difícil.
Te invito a compartir esta nota para apoyar a todos los padres que han debido pasar por este desgarrador momento.