Los hospitales albergan cientos de bacterias que cada vez se hacen más fuertes, y representan una amenaza para la vida de los pacientes, especialmente de los más vulnerables.
Tal es el caso de un hospital en Pensilvania, donde los recién nacidos están corriendo peligro, incluso, algunos ya han fallecido.
El Centro Médico Geisinger en Danville atraviesa una situación delicada que tiene alarmada a las madres, producto de una infección bacteriana transmitida por el agua en la unidad de cuidados intensivos neonatales.
Tres bebés murieron y otros cinco se han enfermado. De los cinco, uno recibe tratamiento, los otros cuatro ya se han recuperado. Todos los bebés que se infectaron nacieron prematuros.
La infección es causada por la bacteria pseudomonas, fue descubierta en las instalaciones en el mes de julio, y las muertes ocurrieron en los últimos dos meses.
De acuerdo a la información emanada por los Centros para el control y la prevención de enfermedades, la bacteria crece en el agua y se encuentra ampliamente en el medio ambiente.
“En muchos casos, el sistema inmunitario puede resistir las bacterias sin síntomas. En individuos frágiles como los bebés prematuros o los ancianos, la infección resultante puede causar una enfermedad grave”, dijo Van Stone.
El Centro Médico ha tomado medidas para luchar contra la infección y eliminarla, de esa manera asegurarse de que no se repitan más casos de ese tipo.
Por prevención, mientras persista esta situación, se están remitiendo a las madres que tienen partos prematuros, es decir antes de las 32 semanas de embarazo, a otras áreas del centro médico.
Se han realizado inspecciones para asegurarse si la bacteria se ha propagado a las demás instalaciones, pero no se han encontrado evidencias de que sea así.
Esta es una de las infecciones más comunes en hospitales, y puede afectar gravemente a las personas con deficiencias en su sistema inmunológico.
Sin embargo, siguen haciendo investigaciones para conocer el origen del problema, y acciones de saneamiento como limpieza adicional, cloración de las aguas, y colocación de filtros en grifos, para contrarrestar a la terrible bacteria.
“Es demasiado pronto para decir exactamente de dónde proviene el organismo, pero la información que tenemos hasta ahora sugiere que está en algún lugar fuera de la unidad de cuidados intensivos neonatales”, dijo el Dr. Mark Shelly, director de control y prevención de infecciones.
Los representantes de la institución dieron sus condolencias a los familiares de los afectados, y a la vez ofrecieron su apoyo.
“Me gustaría aprovechar esta oportunidad en nombre del Centro Médico Geisinger y de toda nuestra Familia Geisinger para expresar nuestras más profundas condolencias y ofrecer nuestro pleno apoyo a aquellas familias y sus seres queridos que puedan haber sido afectados”, dijo Rosemary Leeming, directora del Centro Médico Geisinger.
Comparte esta dramática noticia, esperamos que no se produzcan más incidentes similares que acaben con la vida de inocentes.