Ser padres no es tarea sencilla. Asegurarte de que tus hijos coman, vayan a la escuela y cuenten con todo lo que necesiten hace que todos los días sean un maratón. Para un amoroso padre de Georgia las cosas se pusieron especialmente difíciles cuando se enteró que el autobús escolar dejaba a su hija olvidada en casa y se negaba a esperar a que la niña lograra montarse en el transporte.
La hija de Tristan acaba de cumplir cinco años de edad.
Los hijos de Tristan King acuden a la Escuela Primaria Norton, o al menos eso intentan si el autobús escolar se los permite. Hace un par de días King se había enterado de que su hija no había llegado a recibir sus clases por un aparente error del chófer. Al principio no le dio demasiada importancia porque pensó que podría ocurrirle a cualquiera. Pero cuando el incidente se repitió hasta en tres ocasiones sabía que era hora de defender a su hija.
“La primera vez mantuve la calma y fui compresivo. La segunda vez me enojé pero lo dejé ir. La tercera vez mi hijo me llama llorando desde el bus, gritando, diciéndome que no sabe dónde se encuentra su hermana”.
A pesar de que debía cumplir con su horario de trabajo, King decide acudir inmediatamente a la escuela a exigir una explicación del inaceptable trato que ha recibido su hija. Su hijo mayor se encontraba muy asustado y había pedido al chófer que lo dejara ir a buscar a su hermana.
“No permitieron que mi hijo la buscara. Tampoco la esperaron. Le dijeron a mi hijo que simplemente debían irse”.
Un par de empleados de la escuela aparecen en el vídeo escuchando al preocupado padre pero no logran explicarle la razón de un comportamiento tan inaceptable. El vídeo de lo sucedido no tardó en divulgarse en las redes y fue compartido más de 30 mil veces. Fue entonces cuando la dirección de la escuela se comunicó con los King para pedirles disculpas por lo sucedido.
“El señor King tenía todo el derecho a estar molesto. Todo este asunto no fue tratado de la manera correcta. Nos encontramos implementando nuevas políticas y procedimientos”.
La escuela entonces decidió que los hijos de King fueran escoltados hasta el autobús escolar para evitar que ninguno de ellos se quedara en casa. Sin embargo, Tristan asegura que esa política sólo se implementó durante unos días y después continuaron cometiendo los mismos errores.
La familia de Tristan vive en el poblado de Snellville en Georgia, Estados Unidos.