El pasado fin de semana, el vocalista de La Trakalosa de Monterrey, Edwin Luna se casó en terceras nupcias con la conocida modelo de origen guatemalteco, la famosa Kimberly Flores.
Una boda que estuvo rodeada de intensos rumores y críticas tanto por las polémicas declaraciones de la madre de Kim, Becky Colombani, en contra de su propia hija, como por los supuestos amoríos que mantiene Edwin por los lugares donde va de gira.
Pero a pesar de todas las dificultades por las que ha atravesado la pareja, que tienen una hija en común, finalmente triunfó el amor.
Y tuvo lugar la más ostentosa celebración, con damas, fuegos artificiales, la novia que llegó por los aires y una serie de sorpresas durante la recepción, a la que no tuvieron acceso los medios.
Kimberly lució un vestido repleto de brillantes que pesaba más de 22 kilos, ante la expectativa de la boda más comentada del año.
Pero las polémicas declaraciones de la suegra de Edwin empañaron de algún modo la felicidad del momento, después de que ella misma publicara un video en el que decía horrores de su propia hija.
«Ella es mala, alcohólica, sexoservidora, nadie la quiere, es una zorra», fueron algunos de los calificativos que había dicho previamente Becky sobre su hija.
Luego en el video que publicó el mismo día de la boda, agregó:
«Se casó por interés, los hombres chaparros nunca le gustaron. Intentaba sacar dinero a hombres y mujeres por igual. La llamo «paloma negra» porque es paloma negra. Tiene negro todo, su corazón, ha jugado con cosas negras, sucias… Ella se cree una diosa, ella humilla a la gente pobre, ella no quiere a la gente pobre… ¡Pero si ella nació en una caja de cartón!… Ella no es auténtica», fueron sus duras palabras.
Ante tales declaraciones, ni Kimberly ni el cantante se habían pronunciado, hasta que el lunes cuando sus seguidores le empezaron a preguntar por el video de su suegra en sus redes sociales, entonces se enteró de las críticas tan fuertes.
Pero él respondió restándole importancia, al punto que ni siquiera ha visto el video que publicó doña Becky, según declaró a los medios.
«El día de mi boda estaba totalmente concentrado, no traía ni mi teléfono conmigo. Estaba disfrutando la misa, después la fiesta», dijo Luna.
«Lo que yo conozco de mi mujer es más que suficiente y somos muy felices, la pasamos muy bien», dijo Edwin afirmando que no va a permitir que nada empañe la felicidad que le rodea junto a su ahora esposa.
Ante la pregunta de si ha hablado con su suegra, Edwin repuso: «Únicamente he hablado con ella dos veces nada más, y pues ahora no creo que vaya a haber comunicación alguna». Pero quiso dedicarle un único y contundente mensaje:
«Lo más justo, correcto e inteligente es únicamente decirle que Dios la bendiga».