El caso de 3 adolescentes desaparecidas en España en una semana que angustia a la Policía

Las desapariciones de menores de edad son sucesos con los que nos encontramos día a día. Y es algo que hasta que no lo vivimos de cerca, no nos podemos hacer una idea de la angustia que supone para los pobres padres y seres queridos.

Recientemente, la desaparición sucesiva de adolescentes en España, está causando conmoción en el país entero. Especialmente porque se trata de un país que si de algo ha presumido es de la seguridad.

Estos 3 casos aislados están preocupando seriamente a las autoridades, y dado que sospechan cuál sería la causa de la tercera desaparición, cruzan los dedos para que las 2 primeras no tengan que ver con lo mismo, sería estremecedor.

Los Mossos d’Esquadra (la Policía de Cataluña) buscan desde el pasado 25 de enero a Andrada, una joven de 16 años, a la que se le perdió la pista en Lleida (Lérida).

En el momento de su desaparición, la chica vestía una chaqueta verde, una sudadera gris y unos vaqueros.

Mide 1,65 cm, tiene el pelo largo, pelirrojo y ojos castaños. Han pedido la colaboración ciudadana a través de las redes sociales, ya que hasta el momento no se ha comunicado con su familia y no se sabe nada de su paradero.

Similar angustia es la que pasan los padres de Lugeen, una niña de 14 años, a la que se le perdió la pista el pasado 21 de enero, en Tortosa (Tarragona).

Su familia la busca sin descanso, mide 1,57 metros y tiene el cabello oscuro, ondulado y siempre lo lleva recogido. En el momento de la desaparición, vestía una sudadera gris con letras negras, unos pantalones vaqueros azules y zapatillas de color negro. La Policía también pide la colaboración ciudadana:

Los Mossos d’Esquadra, además, aclaran que la desaparición de Lugeen no tenía nada que ver con el temporal Gloria, que ha azotado la zona de la ribera del Ebro.

Pero el caso que verdaderamente conmociona a la Policía es el de Estela Cristina Romero Vieira, una joven española de 21 años, cuyos padres denunciaron su desaparición el pasado 28 de enero, al llegar al aeropuerto de Barajas procedente de un vuelo de Brasil.

Su familia sospecha que su desaparición podría estar relacionada con una banda de tráfico de personas, que está dispersa por el mundo.

Katia, la madre de Estela, dijo que su hija llegó a las 6 horas a Madrid, procedente de Sao Paulo. Ahí debía tomar otro vuelo a Granada, ya que la familia reside en la localidad de Alhendín, pero nunca llegó y no contestó ninguna llamada ni mensaje.

La madre sospecha que una persona con la que Estela había hablado durante semanas en redes sociales la recogió en Barajas, lo que se suma al comportamiento extraño que tenía su hija desde hace meses.

Cuenta que Estela seguía a grupos de pop coreano en Internet, con los que tenía mucha comunicación, por lo que piensa que estas bandas la contactaron a través de estos grupos.

“Yo hablé con ella y le pasé información sobre redes de trata coreana de personas para la prostitución que contactaban con chicas a través de grupos de fans. Le dije que tuviera mucho cuidado y le prohibí que fuera a Corea. Ella pareció entenderlo en ese momento, pero mi hija es débil y algo inmadura para su edad”, dijo Katia.

A pesar de los avisos de su familia, Estela Cristina en su última estadía en Brasil, había pasado muchas horas chateando en inglés con un “ hombre extraño “ y no quiso “que nadie se enterara”. Su madre piensa que se llevaron a su hija desde el aeropuerto de Madrid, ya que nunca se embarcó.

Estela Cristina mide 1,60 metros de estatura, es de complexión delgada y pelo y ojos castaños. En el momento de la desaparición vestía un abrigo, una blusa de color negro y unas zapatillas de la marca Nike, negras también.

Se insta a las personas que puedan dar alguna información para ayudar a las autoridades, se comuniquen al 112, la Guardia Civil, la Policía, o a la asociación SOS Desaparecidos, cuyos números en España son el 632 650 775 y el 649 952 957.

Hay muchas Estelas, Andradas y Lugeens por el mundo que merecen que su destino sea otro, difundir su desaparición en las redes puede servir mucho más de lo que nos imaginamos. Pongámonos en el lugar de esos padres desesperados y compartamos esta noticia.