Permanecer hospitalizado por un largo período de tiempo no es nada agradable para ninguna persona. Y eso lo sabe muy bien un empático enfermero en México, que trata de hacer menos traumática la estadía de las personas contagiadas por COVID-19 en la unidad a su cargo.
Blas Paúl Madrigal Lizárraga es un enfermero de 32 años de Culiacán, Sinaloa. Trabaja en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del IMSS en Cajeme, Ciudad Obregón en Sonora; donde fue recientemente asignado para atender a los pacientes con coronavirus.
Madrigal comprende la dura situación que atraviesan los enfermos al tener a su familia alejada durante tanto tiempo. Ha podido comprobar en su experiencia profesional, que el estado de ánimo de un paciente es decisivo para su rápida recuperación.
“A mí siempre me ha gustado cantar, entonces yo siempre que entraba al área del COVID-19 notaba a los pacientes deprimidos y el ambiente decaído”, dijo el trabajador.
Al joven enfermero siempre le ha apasionado la música y le gusta mucho cantar, por eso cuando le asignaron su nueva responsabilidad y miró los rostros tristes y decaídos de las personas en las camas de hospitalización, decidió hacer algo por ellos.
“Comencé a cantar canciones de banda y de repente los pacientes me pedían que les cantara una, y notaba que sus estados de ánimo mejoraban, y en su estado de salud los monitores marcaban una mejoría. A partir de eso los pacientes me reconocieron”, agregó Madrigal.
Y en una de sus tantas guardias, sin él saberlo, uno de sus compañeros grabó un emotivo momento donde el noble trabajador de la salud debidamente uniformado y protegido, les cantaba melodiosamente a sus pacientes la canción “Acá entre nos” del conocido cantante Vicente Fernández.
El vídeo fue compartido en las redes sociales y los internautas quedaron conmovidos con el gesto del enfermero. Madrigal se enteró cuando empezaron a llegar una gran cantidad de mensajes de agradecimiento en su cuenta de Facebook.
“Un día me desperté, revisé mi teléfono y se empezó a saturar de tantos mensajes que recibía, fue ahí que me enteré que se había hecho viral”, contó el joven.
Jamás pensó vivir una situación como la de ahora con la pandemia, y sostiene que lo hace con el menor desinterés y mientras los pacientes se lo pidan seguirá cantándoles canciones para aliviar un poco su pesar, sin descuidar en nada su trabajo.
No hay duda de que la música es una terapia y un bálsamo en el corazón de las personas y por un instante se olvidan un poco de su condición médica. Madrigal exhorta a sus colegas para que unan sus talentos a favor de sus pacientes y la estadía en los centros de salud sea mas llevadera.
No dejes de compartir con tus amigos esta hermosa historia, recuerda que cada uno de nosotros puede hacer del mundo un lugar más bonito y agradable.