Recientemente salieron a la luz las imágenes de las secuelas que sufren dos pacientes chinos de coronavirus que presentan un oscurecimiento en la tonalidad de su piel.
Yi Fan y Hu Weifeng, de 42 años, fueron diagnosticados con COVID-19 y tratados con cloroquina para vencer la enfermedad. Presentaron una reacción que no se hacía conocido hasta el momento.
Ambos médicos se enfermaron el pasado mes de enero después de contagiarse en el Hospital Central de Wuhan en el que trabajaban.
Los pacientes lograron recuperarse después de haber permanecido en coma inducido recibiendo el tratamiento.
Pero a pesar de lograr controlar los síntomas, su piel se tornó mucho más oscura y las imágenes difundidas por la cadena de televisión china CCTV.
Aparentemente la tonalidad de su piel se oscureció tanto porque la cloroquina que les administraron como parte del tratamiento causó alteraciones en su hígado generando la hiperpigmentación que sufren.
La cloroquina es un fármaco empleado para el tratamiento y la prevención de la malaria y otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus. Desde que el coronavirus se propagó masivamente, los médicos comprobaron que también era eficaz para la enfermedad.
Aunque todavía no hay basamentos científicos sobre la efectividad de ese tratamiento contra el COVID-19, la comunidad científica no ha precisado los efectos secundarios que tiene.
La alteración en el color de piel o los ojos adquiriendo un color amarillento conocida como ictericia, es una consecuencia normal de este medicamento que afecta directamente al hígado. Pero no se han registrado casos en los que la piel de los pacientes se oscurezca de esta forma.
Una de las hipótesis, además de los efectos del tratamiento médico, es que la mutación del virus daña el hígado y produce desequilibrios hormonales importantes.
La televisora estatal CCTV en China entrevistó a los médicos en el hospital y difundió su caso.
Yi, quien es cardiólogo, se contagió de coronavirus el 18 de enero y permaneció intubado 39 días conectado a un respirador artificial. Relató que ya recuperó la movilidad, aunque todavía tiene dificultades para caminar.
Asimismo, resaltó que el coronavirus le afectó mucho psicológicamente y que ha estado recibiendo ayuda de los colegas que lo atienden.
Hu, es urólogo, está ingresado en el hospital desde hace 99 días y estuvo a punto de morir a causa del coronavirus. El médico que lo atiende, Li Shusheng, aseguró que le preocupa mucho su salud mental.
Los dos médicos han sufrido una experiencia muy traumática no solamente por su diagnóstico sino desde que comenzaron a trabajar luchando contra los estragos de la pandemia.