En Anchorage, Alaska, Estados Unidos, un insólito caso de mala praxis médica e irresponsabilidad ha visto por fin una solución.
Y es que Seth Lockhart, dentista de Clear Creek Dental se filmó montando una aerotabla mientras le extraía un diente a una paciente, con la intención de compartir la hazaña con sus amigos.
Ahora este arrogante mal comediante deberá responder a su comportamiento desembolsando la suma de 1.9 millones de dólares, tras ser encontrado culpable de fraude por el Tribunal Superior de Anchorage, que no tuvo miramientos ante la imprudente acción del odontólogo.
Las imágenes muestran a Lockhart operando en los dientes y encías de Veronica Wilheim, mientras montaba el aparato.
Tras extraer la muela se la entregó a su asistente y levantó los brazos en señal de victoria, para luego salir de la habitación. El hecho ocurrió en julio de 2016.
La acción del hombre condujo a una investigación más amplia para hallar la razón de su comportamiento, y se descubrió que Lockhart había fraguado todo un plan para estafar al sistema de asistencia médica, así como otros delitos menores relacionados con la práctica ilegal de la odontología, errores que, sumados, le salieron bastante costosos.
Cinco semanas bastaron para que el tribunal fallara en contra de este negligente individuo, y fuera condenado por el juez Michael Wolverton, quien describió la evidencia del Estado contra Lockhart como “simplemente abrumadora”.
“El Dr. Lockhart respondió, en efecto, que a menos que alguien estuviera parado junto a él en ese momento, nadie tendría por qué enterarse”, señaló el juez.
La paciente también declaró en el caso judicial. Wilheim le dijo a la sala del tribunal que no tenía idea de que la estaban filmando durante el procedimiento, y solo fue informada después de que los investigadores la contactaron.
“Estoy conmocionada, furiosa. Nunca me lo hizo saber. Obviamente no lo habría aprobado. Eso es peligroso”, dijo Veronica.