Sheena Cossette, es la madre de Carlos, de 6 años, quien desde hace cuatro años ha estado esperando un corazón para seguir viviendo.
Finalmente, el pasado viernes fue sometido a la operación del trasplante y su madre, desde el Boston Children’s Hospital, expresó su alegría al ver la transformación positiva del pequeño.
“Le va muy bien, dicen los médicos que le está yendo increíble”, esperan poder quitarle el tubo de respiración en los próximos días.
El viernes a la medianoche, Carlos salió del quirófano y su madre pudo notar enseguida la diferencia.
“La primera cosa que me impresionó fue su color, porque su piel tenía un tono gris azulado antes de la operación”, dijo Sheena.
Además, relató que su respiración parecía más suave y sus niveles de oxígeno estaban al 100%.
“En ese momento supe que era real”, confesó la madre, que durante años acompañó a su pequeño en la lucha por conseguir un nuevo corazón.
Carlos nació con una anomalía en sus cavidades cardíacas conocida como defecto del canal auriculoventricular desequilibrado, y tuvo cuatro operaciones a corazón abierto antes de cumplir los 2 años.
En el año 2016 entró en la lista de trasplantes mientras continuaba teniendo una vida normal en Worcester, Massachusetts, incluso asistía al colegio.
El año pasado el estado de salud de Carlos empeoró y desde entonces ha estado en el Boston’s Children’s Hospital desde el 31 de agosto del año pasado.
Sheena conversó con el médico de atención primaria de Carlos el pasado jueves, temía que por la pandemia pudieran retrasar su trasplante.
Horas más tarde, el médico se acercó a ella y le dijo que tenían un corazón para Carlos, ella se quedó en shock.
“Creo que fue la mayor sorpresa para mí, parecía irreal”, relató.
Aunque Sheena y Carlos, el padre del niño, están divorciados, ambos se han turnado para cuidarlo. Mantienen una buena relación por el bienestar del pequeño.
Antes de la operación sometieron a Carlos y al donante a la prueba diagnóstica de COVID-19. Esperaron obtener el resultado, que fue negativo, para decirle a los padres que finalmente tenían el corazón que tanto habían esperado.
Cuando Carlos lo supo se alegró mucho.
“Su rostro se iluminó, preguntó si eso significaba que podría irse a casa. Lo más importante estas últimas semanas es que quiere irse a casa. Extraña a su familia. Somos muy unidos, y tenemos muchos parientes. Le respondí que sí, que después de obtener el nuevo corazón podríamos irnos a casa”, relató la madre.
Aproximadamente en dos o tres semanas Carlos podría recibir el alta médica, aunque por las medidas de confinamiento establecidas por el coronavirus no podrán tener reencuentros familiares.
“Vamos a ponernos en cuarentena cuando regresemos a casa. Sí, absolutamente porque él no tiene un sistema inmunitario fuerte, está suprimido y el mayor factor de miedo justo después del trasplante es que sufra un rechazo”.
Sheena comentó que está agradecida con la familia del donante por regalarle a Carlos una nueva oportunidad de vivir.
Vale la pena compartir esta historia que nos transmite esperanza en medio de la pandemia que afecta al mundo.