Después de que las lágrimas de dolor del pequeño Kauã, el niño brasileño de 10 años con un duro pasado, conmovieran al mundo entero, el día más esperado llegó. Dejándolo a él, a su abuela enferma y a su hermana, sin palabras.
Fue una reportera de un medio local, la que tras ser alertada de la terrible realidad en que vivía el pequeño, se presentó en su vivienda y el menor le hizo confesiones desgarradoras. Ella no hizo más que confirmar lo injusta que había sido la vida con él después de que le robaran la infancia a la que tenía derecho. Puedes recordar su historia aquí.
Las manos destrozadas de Kauã por trabajar desde los 6 años y sus sueños por cumplir: ser policía, jugar, ir a la escuela, o tener televisión y una casa bonita, rompieron el corazón de muchos
El Cuerpo de la Policía Militar se enteró este caso que movilizó al país entero, así que mientras el empresario de la zona que empezó a ayudar a la famiia aceleraba los trámites para la renovación de la casa, los uniformados quisieron hacerse presentes con lo que mejor sabían.
El pequeño no podía creer al ver a sus ídolos ahí en medio de su pobreza
Lo sorprendieron con un uniforme personalizado, que Kauã no dudó un segundo en ponérselo
Lo hicieron subir a su vehículo militar. Y al sonido de la sirena, tuvo su paseo para vivir un día como si fuera uno de ellos.
Como era de esperar, Kauã no podía ocultar su felicidad.
También se presentaron policías de otros batallones, todo para ver la carita de Kauã y que su sueño de ser militar por un solo día borrara en algo el sufrimiento de tantos años porque la vida no le permitió ser un niño, como todos los demás.
Pero estos héroes no llegaron con las manos vacías, le llevaron cientos de donaciones y bolsas de alimentos para llenar la nevera de su abuela Elizabete y el cariño de tanta gente que empatizó con sus lágrimas.
Fue tanto que ni siquiera cabía todo dentro de esa humilde vivienda. El pequeño pidió una tele bonita y ahí la tenía: el aparato aquel con el que soñó, ya que nunca en su vida había sabido lo que era tener una.
«Pensé que me ayudarían, pero esto nunca. Dios les bendiga a todos y les multiplique su generosidad», dijo Elizabete.
A pesar de toda la ayuda que llegó para la renovación de su casa, conseguir reunir todo el dinero parecía cuesta arriba.
Pero cuando la reportera le preguntó lo que pensaba, ella señaló:
«Dios proveerá, comenzó esto y Él lo terminará, Él nunca hace nada a medias, enviará a una persona divina seguro».
El empresario, por su parte, se hizo presente también y dirigió unas emotivas palabras al pequeño:
«Estoy aquí para darle a Kauã una buena casa, eso es lo que mereces y necesitas, ¿verdad? La casa es el pilar de la familia, de ahí todo es más fácil».
A Elizabete le enseñaron el proyecto de la casa y se quedó sin palabras
Pero luego se dieron cuenta que todos los gastos de renovación más la deuda del terreno ascendían a más de 30.000 euros. Por eso, un grupo de empresarios decidieron ir más lejos aún y compraron un terreno nuevo, donde la mujer tendrá su casa nueva.
Siguen recaudando dinero para que todo quede pagado y la mujer sólo se dedique a trabajar en la costura, y sus nietos vayan a la escuela.
«Sé que ahora no toda la gente es mala, y no todos los adultos me golpearán. Me he sentido amado, me graduaré como policía», recalcó Kauã con firmeza, conmoviendo a todos.
Pero esta familia no se sintió feliz sólo por las cosas materiales, era mucho más que eso. Sintieron que por una vez eran importantes para alguien y que la vida les devolvía la esperanza, el dolor de la abuela al ver a su nieto tener que trabajar era visible para otros, y se sintieron amados.
Aquí puedes ver el reportaje completo de esta increíble historia. Aunque está en portugués, las imágenes hablan por sí solas…
Para seguir ayudando a esta noble causa, estos son los datos que ha facilitado el medio local Record TV Goiás: Teléfono en Brasil (62) 99537-0597 y Cuenta Bancaria: Caixa Economica Federal AG.: 3000 / OP: 013 / POUPANÇA: 000.069.83-3 ELIZABETE DE JESÚS – CPF: 918.629.061-49
Es grandioso que esta historia esté teniendo el mejor de los finales gracias a la suma de cientos de corazones generosos. Ojalá que tantas familias en circunstancias similares tuvieran la misma suerte. Hoy celebramos que un pequeño más podrá ser niño otra vez y cumplir su sueño. ¡Compártelo!