La historia de Syifa es muy triste, pero vale la pena que las personas conozcan por lo que tuvo que pasar, pues hay muchos otros niños y adultos que viven en condiciones deplorables y también necesitan ayuda.
Cuando Syifa nació, su madre biológica decidió abandonarlo para tener una vida mejor, entonces llevó a Syifa con sus padres. Ellos se hicieron cargo de Syifa por muchos años pero las condiciones de vida nunca fueron buenas para el pequeño.
Toton, de 80 años de edad vive en Pangandaran, Java Occidental, Indonesia, y durante 17 años se encargó de su nieto con todos los recursos posibles, aunque estos fueron insuficientes.
Syifa sufría una enfermedad que ocasionaba que su cuerpo estuviera muy delgado, al grado de tener la piel pegada a los huesos.
Durante mucho tiempo Syifan no pudo moverse en absoluto pues no tenía músculos ni las fuerzas suficientes para nada. No hablaba, no caminaba, solo permanecía acostado.
Su padre falleció cuando él tenía solo 5 meses de nacido. Su abuela, la esposa de Toton, lo cuidó durante muchos años hasta que falleció. Desde entonces quedaron Toton y Syifa solos y sin ninguna clase de ayuda.
Toton siempre dedicó su vida a Syifa a pesar de no contar con ninguna clase de ayuda o pensión, él trabajaba en una granja para poder llevar el alimento a casapara Syifa.
Solo se tenían a ellos dos y sin importar cuán difícil fuese la situación, Toton nunca se alejó de Syifa y trató de darle todo cuánto tenía.
Tiempo después, una persona se enteró de la condición de Syifa y publicó sus fotos en las redes sociales, las cuales se propagaron muy rápido, solo hasta entonces el gobierno de Indonesia prestó atención a esta familia y trasladaron al niño a un centro de salud.
Sin embargo, el viaje al hospital le afectó mucho a Syifa y falleció antes de poder recibir un tratamiento digno. Los doctores hicieron algunos estudios y detectaron que Syifa padeció malnutrición desde su nacimiento.
Cuando llevaron de vuelta con su abuelo el cuerpo de Syifa, Toton quedó totalmente desconsolado. Algunos funcionarios fueron hasta la aldea para presentar sus respetos y ofrecer condolencias. Syifa fue sepultado en un cementerio público.
Esta situación permitió a Permerikan Pangandaran Regency, investigar más casos como este de desnutrición severa en la aldea, se sabe ahora que al menos 57 residentes sufren este problema.
Las estadísticas son alarmantes, hay millones de personas alrededor del mundo enfrentándose a afecciones terribles en entornos muy pobres. Es muy triste pensar cómo fue la vida de Syifa, 17 años con desnutrición y sin recibir el apoyo que necesitaba.
Sus abuelos sufrieron una agonía al intentar darlo todo por él, y al mismo tiempo impotencia porque nada de lo que hicieron era suficiente para brindarle una vida digna a Syifa, él solo se merecía jugar como muchos otros niños. Pero Syifa nunca tuvo eso, nunca pudo jugar, estudiar ni disfrutar de la vida.
Comparte esta historia, todos deben saber lo que está pasando en el mundo.