Algunos países son conocidos por sus tradiciones y leyendas. Y México es uno de ellos. Aunque ciertamente es de dominio público que esas historias que se transmiten de generación en generación tienen algo de verdad y algo de mentira, no dejan de estremecernos cuando somos nosotros los testigos y lo que escuchamos nos deja la piel de gallina.
Es justamente el terror en el que vive el conocido barrio Hidalgo, de Culiacán (México), después de que decenas de vecinos aseguran escuchar mañana, tarde y noche el desesperante llanto de un niño.
Muchos han tratado de averiguar de si es algún pequeño necesitado, o abandonado por sus padres. Pero pronto la verdad ha salido a la luz.
La historia trata de una familia de clase media que vivía en una de las calles emblemáticas del centro de la ciudad en el año 1989.
Era un matrimonio con 4 hijos pequeños, uno de los cuales nació con una grave afección en el hígado. Tristemente, el padre, cansado de tener que partirse el lomo trabajando para sostener el hogar y sobre todo pagar las facturas médicas de su hijo, actuó de la manera más cobarde.
Decidió abandonar a su esposa marchándose sin dejar rastro alguno.
La mujer tuvo que sacar adelante a sus hijos como pudo, mientras el pequeño empeoraba más y más.
Cuenta la leyenda que en su desesperación llevaba al pequeño al hospital por las noches, pues era cuando se ponía peor.
Muchos de los vecinos que conocían su caso cuentan que se escuchaban los llantos del pequeño a la calle, puesto que la ventana de su habitación daba justo a la acera. Eran realmente llantos desgarradores que todo transeúnte no quería ni escuchar.
Lamentablemente, meses después el niño falleció y la devastada madre no hizo otra cosa que marcharse lejos con sus otros 3 retoños para dejar atrás todo lo que le recordaba esos amargos años y el profundo dolor de haber perdido a su pequeño para siempre.
Lo extraño de todo esto es que ahora, en pleno año 2019, vecinos del barrio Hidalgo que suelen pasar por aquella calle donde hay muchos restaurantes, aseguran haber escuchado y a plena luz del día los llantos del menor en la casa que actualmente luce abandonada.
Los llantos son tan reales que muchos se preguntan si no se trata de un niño que está en peligro o si se requiere que las autoridades impongan orden en esa casa. Pero los vecinos cercanos los calman cuando dicen que no habita nadie en ese hogar ya y que ciertamente es el alma en pena del pequeño que murió 30 años atrás. Mientras tanto, la mayoría se limita a pedir por su alma y su descanso eterno.
¿Y tú eres de los que crees en las leyendas? Si no es así, ¿podrías explicar a qué se debe ese llanto desolador procedente de una casa en ruinas? Comparte esta curiosa historia en tus redes.