El dinero nos ayuda a tener una vida más cómoda y de alguna manera más tranquila, sin embargo, también se conocen algunas historias de personas que tienen una fortuna, pero no son felices.
Lo cierto es que algún día todos vamos a dejar este mundo y sólo nos vamos a llevar las experiencias que hayamos vivido con o sin dinero, por eso es tan importante valorar cada segundo y Jordan Adlard Rogers lo sabe muy bien.
Este joven de 31 años que un día vivía en una casa simple luchando por llegar a fin de mes, al día siguiente se encontraba aprendiendo todo sobre sus raíces aristocráticas y viviendo en su nueva finca valorada en más de 63 millones de dólares.
Jordan, quien era un trabajador de cuidados ahora se ha convertido en el heredero de una gran fortuna después de que una prueba de ADN demostró que era el hijo de Charles Rogers.
La familia del Charles Rogers había vivido en el Penrose Estate de 621 hectáreas entre Helston y Porthleven durante generaciones. La familia regaló el patrimonio al National Trust en 1974 a cambio de un contrato de arrendamiento de 1.000 años para vivir allí.
“La familia Rogers dio a National Trust 46 cabañas y un par de granjas y ahora el Rogers Family Trust genera ingresos para el inquilino vitalicio».
Jordan reveló que desde los 8 años sospechaba que Charles podría ser su padre y durante años hizo varios intentos para demostrarlo, pero todos fueron fallidos.
No fue sino hasta después de la muerte de Charles, quien fue hallado sin vida en su automóvil estacionado en la casa de campo de la finca en agosto pasado, que finalmente se llevó a cabo una prueba de ADN para confirmar que eran padre e hijo.
El parecido entre ambos es sorprendente.
Jordan es el único pariente directo con vida de Charles, por lo que quedó como el único heredero. La finca histórica genera dinero con las inversiones en acciones y el alquiler de una cantidad representativa de parcelas de tierra a los agricultores locales.
Jordan se mudó al National Trust Penrose Estate y se está acostumbrando a su nuevo estilo de vida, y aunque actualmente no tiene que trabajar para mantenerse no piensa olvidar de dónde viene y planea fundar una organización benéfica para ayudar a las personas en las cercanías de Porthleven y Helston.
«La gente dice que tengo suerte, pero yo cambiaría cualquier cosa por regresar el tiempo y que mi padre supiera que soy su hijo. Tal vez entonces podría haber tomado un camino diferente».
Jordan dice que lo habría cambiado todo por la oportunidad de ayudar a su padre, quien, según información local había luchado contra las drogas durante más de 40 años, viviendo como drogadicto en su automóvil, a pesar de tener maravillosas propiedades, hasta que tristemente acabaron con su vida.
El inquilino vitalicio del patrimonio recibía un ingreso de un fideicomiso, y a Charles le otorgaron un subsidio de 378 dólares y 1.260 dólares semanales en efectivo.
Jordan decidió hacer pública su historia para dar una imagen más completa de la vida de su padre antes de morir.
“No he estado aquí mucho tiempo, pero he podido armar algunas piezas del rompecabezas. Mi padre sirvió en el Ejército en Irlanda del Norte y creo que esto lo afectó mucho, aunado a la muerte de su hermano Nigel por cáncer, con quien vivía muy cerca».
Jordan presume que su padre vivió con mucha presión emocional para cumplir con las expectativas de su familia. Su hermano fue piloto con la RAF y su padre, fue un teniente comandante de la Royal Navy.
«Estaba bajo una gran presión social, pero él era diferente y tenía un espíritu libre».
Jordan espera continuar con sus planes y hacer una fiesta benéfica en el jardín de su nuevo hogar para honrar sus raíces.
Es una historia que parece sacada de una película, pero es muy real, compártela con tus amigos y esperamos que este joven ahora millonario cumpla con su promesa de ayudar a los más necesitados.