Los ciclos de la vida entraman conexiones profundas con los seres que la experimentan. Naces, creces, te reproduces y mueres. Una ley que pareciera estar dictaminada de forma absoluta, y aunque sea absurdo pensar en cambiarlo, aún pueden disfrutarse momentos de entera y auténtica felicidad.
Una nueva vida siempre trae energías renovadoras al espíritu de una familia.
Este es el caso de James Herald Spring, un anciano de 105, apodado “Pop” por la familia, quien tuvo la oportunidad de conocer a su bisnieto Easton, de tan solo 5 días de nacido.
El padre de Easton, Jason Zwolak, logró captar el momento en que el respetable señor decide sostener en brazos a la criatura. Inmediatamente se desató entre ellos un vínculo afectivo de más de un siglo de diferencia.
El vídeo grabado por Jason obtuvo 16 millones de visitas en los primeros dos meses desde su publicación. La reacción de los familiares fue de sorpresa, ya que no se esperaban que un momento familiar aparentemente común tuviese tantas respuestas.
A pesar de que James se mostraba inseguro a sostener al pequeño entre sus brazos ante el temor de dejarle caer, fue inmenso el amor que le manifestó después de intentarlo a causa de la motivación de sus nietos.
Al entregarle a Easton, el semblante de James cambió inmediatamente, mostrándose sumamente afectuoso y particularmente contento, pudo vencer cualquier miedo que pudiese haber experimentado.
La salud de “Pop” había iniciado un proceso de degeneración, siendo incluso difícil para sí mismo caminar en las afueras de su hogar, ubicado en Long Beach, California.
James ahora toma por tarea cuidar del pequeño Easton al menos cuatro veces por semana, tal como hacía con sus nietos hace 40 años. Le carga gustosamente hasta la mesa, donde se sienta a compartir su alimento e interactúa con su bisnieto, a quien le ha ido tomando un especial afecto con el transcurrir de los días.
Actualmente, James se muestra más optimista, sonríe más seguido y se ha vuelto más conversador.
Esta experiencia nos hace reflexionar sobre los aspectos más elementales de la vida. Valores como la esperanza, la confianza y por sobre todo el amor, pueden hacer que la vitalidad reaparezca en nuestro presente.
Esa vitalidad revitaliza el espíritu por más cansado que uno se encuentre, haciendo la rutina mucho más agradable de sobrellevar, siendo la compañía de un nuevo ser la medicina adecuada para remediar la tristeza y la soledad.
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