Todo lo que hacemos, cada pequeño gesto, cada acción aparentemente insignificante, repercute de alguna manera en los demás. Esto es algo que el egoísmo de saciar nuestros propios deseos, en ocasiones, no nos permite ver y, bien sea consciente o inconscientemente, terminamos haciéndole mucho daño a las personas que están a nuestro alrededor.
Cuando Aidan McAteer y Dean Brennan robaron el Ford Fiesta que tanto querían, jamás sospecharon que este acto delictivo, aparentemente menor, los llevaría a ser juzgados por asesinato. Una terrible cadena de acciones que acabó con la vida de una niña, dejando a su familia en un pesar absoluto.
Violet-Grace era una niña muy amada y feliz. Murió cuando se dirigía a casa de regreso de la escuela.
McAteer y Brennan iban conduciendo a alta velocidad cuando impactaron contra Violet-Grace y su abuela, pero lo que hicieron luego fue aún más deplorable: se dieron a la fuga dejando a la niña y a la anciana terriblemente heridas tiradas en el suelo. El incidente ocurrió cuando ambas cruzaban la calle Prescot, en St Helens, Liverpool, el pasado 24 de marzo.
La pequeña Violet-Grace murió esa misma noche en brazos de su madre.
Aidan McAteer, de 23 años, se declaró culpable de la muerte de Violet-Grace y de haber herido a su abuela al conducir descuidadamente. Por su parte, Dear Brenann, de 27 años, fue encontrado culpable por robo de vehículo y admitió haber colaborado con un delincuente.
McAteer, quien no tenía una dirección fija, fue arrestado el 30 de marzo, un día después de que su madre le rogara públicamente que regresara a casa.
La madre de McAteer ha dicho que se siente terriblemente triste por lo sucedido, aunque sabe que su dolor no se compara al de la familia de Violet-Grace.
Devastada, la familia de la pequeña Violet-Grace decidió organizarle un funeral temático basado en la película Troll, como una manera de rendir honor a su radiante personalidad. Como si se tratara del cumpleaños de una princesa, el cuerpo de la niña fue transportado en un carruaje blanco de ensueño, adornado con hermosas flores multicolores.
Rebecca y Glenn Youens, los padres de Violet-Grace, fueron quienes cargaron el pequeño ataúd decorado con trolls.
Montones de amigos y familiares asistieron al funeral llevando ropa de color púrpura, el favorito de la niña, incluyendo su madre, quien se tiñó el cabello para ir a juego con su vestido y su padre, quien llevó una corbata púrpura.
Desgarradora escena: un padre diciéndole adiós por última vez a su hija.
Angela French, la abuela de Violet-Grace, quien resultó gravemente herida en el accidente, salió del hospital para asistir al funeral en silla de ruedas y cubierta de mantas púrpuras.
La versión de la canción de Trolls, True Colours, cantada por Anna Kendrick y Justin Timberlake, fue el tema que acompañó a los dolientes al entrar a la iglesia. También sonaron canciones de Frozen y de Dentro del laberinto.
Al finalizar la ceremonia, la familia ofreció una pequeña fiesta con castillos hinchables, pintacaritas, princesas y superhéroes.
Incluso personas que no conocieron a Violet-Grace se acercaron a dar sus condolencias.
La familia de Violet-Grace anunció que después de su muerte, la niña salvó la vida de dos personas. «Mi valiente bebé salvó dos vidas donando sus riñones y su páncreas», publicó Rebecca en Facebook, «Estoy verdaderamente destrozada, pero orgullosa de mi pequeña luchadora».
Cuánto dolor puede causar una decisión estúpida y egoísta. Por robarse un auto y conducir como si nada más en el mundo importara, Aidan McAteer y Dean Brennan le arrebataron abruptamente la vida a una niña y dejaron un vacío enorme en su familia que nada, ni siquiera la justicia, podrá llenar.
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