Hay grandes y pequeños héroes en el mundo. Efectivamente ellos existen y están por todas partes, sólo hay que mirar con mucha atención para notar la presencia de todas estas maravillosas personas que día a día luchan, de una u otra manera, para hacer de este mundo un lugar mejor.
Judith Darian Peguero es una de esas personas. Parte de su propósito consiste en visitar a ancianos abandonados en casas de cuidado de la tercera edad, para llevarles un poco del amor que necesitan y hacerles sentir importantes y tomados en cuenta, a pesar de los años.
Sucede con mucha frecuencia que una vez alcanzada cierta edad, muchos familiares deciden confinar a sus abuelos en estas casas de cuidado, con la excusa de no tener suficiente tiempo para ellos o de no saber cómo brindarles todos los cuidados médicos que necesitan.
Este argumento se convierte en la piedra angular de una triste historia de olvido y abandono que se repite constantemente, todo el tiempo. Por desgracia, con el ritmo acelerado de la vida actual, cientos de familias toman la difícil decisión de prescindir de la compañía de sus ancianos, prácticamente a lo largo de sus últimos años.