¿Cuántas veces al ver un payaso en la calle o en una fiesta has llegado a pensar que desempeña ese oficio porque no tiene otra opción, o porque no estudió y es la única forma que encontró para ganarse la vida “fácilmente”?
Lo cierto es que, si piensas así estás muy equivocado. Ser payaso no es fácil. Se necesita de mucho ingenio, gracia y valor para hacer reír.
Esto lo sabe muy bien el simpático Raymundín, el personaje de nuestra historia de hoy quien, acostumbrado a ser la sorpresa, esta vez fue él el sorprendido por una de sus queridas hijas vestida con la toga y el birrete de su graduación de Licenciada en Desarrollo Infantil.
Después de su ceremonia de graduación, Consuelo Elizabeth Saldaña Martínez, decidió festejar con su padre -cuyo verdadero nombre es Raymundo Saldaña Casso-, en la gasolinera donde trabaja.
El payasito Raymundín quiso inmortalizar el alegre momento, subiendo un vídeo de 30 segundos de duración donde se observa a Consuelo llegando al sitio de labores de su padre con unos documentos en la mano, para finalmente fundirse en un tierno y profundo abrazo con su progenitor.
“Mi hija se graduó y no pude estar en su ceremonia debido al trabajo, y esto pasó… ¡ah!, pero que tal más tarde, ¿eh?”, escribió Raymundín.