Son muchas las historias de amor que se conocen a lo largo y ancho del planeta. Unas más conmovedoras e increíbles que otras. Algunas inicialmente parecían una locura, pero el tiempo se encargó de demostrar que no era cierto.
Emmy Abrahamson, una mujer de 41 años, de Suecia, es protagonista de una de esas historias de amor que parecen sacadas de una película.
“Si alguien me hubiera dicho hace 12 años que iba a terminar casándome con un alcohólico, sin hogar, hubiera imaginado que estaba muy mal de la cabeza”.
Emmy se enamoró de Vic Kocula, un vagabundo alcohólico que vivía en un árbol. Hoy, 12 años después de ese primer encuentro, es su esposo y el padre de Desta y Til, sus gemelos de 6 años.
Esta increíble historia de amor comenzó en el año 2006 cuando Emmy viajó a Ámsterdam. Ese día que ambos cruzaron sus miradas por primera vez ella esperaba a un amigo sentada en un parque cuando un desconocido de apariencia descuidada y sucia se le acercó buscando algo de conversación.
Emmy se dio cuenta rápidamente que se trataba de un hombre sin hogar. Su barba estaba larga, desarreglada y sucia, al igual que su ropa, y en general todo su aspecto.
“De inmediato supe que no tenía hogar porque estaba muy sucio y también lo estaban sus manos y uñas. Sostenía un maletín que creí solo era para locos, pero más tarde descubrí que ahí tenía guardado su saco de dormir y algunas latas de cerveza”.
Sin embargo, Emmy no solo vio su aspecto descuidado, sino que quedó sorprendida por sus hermosos ojos marrones, por su altura y por la divertida conversación.
Inmediatamente, una química especial se apoderó del interés de un nuevo encuentro, que tras de 10 minutos de conversación estaba ya hablado para que fuera una semana después en el mismo lugar.
«Comenzamos a charlar y me hizo reír de inmediato. Me di cuenta de que tenía los ojos marrones más hermosos que jamás había visto».
Emmy estaba convencida de que su posible romance no iba a prosperar y había llegado a su final cuando tuvo que regresar a Viena; sin embargo, dejó una pequeña luz encendida cuando le dio a Vic el número de su teléfono móvil con la esperanza de un nuevo contacto.
«No sabía si volvería a verlo, pero no podía dejar de pensar en él».
Tras cumplir su cumpleaños número 30, Emmy recibió una gran sorpresa que cambió su vida para siempre.
Emmy recibió una llamada de Vic, el estadounidense que había estado viajando por Europa y se había convertido en vagabundo por las calles de Ámsterdam cuando se quedó sin dinero, y en lugar de regresar a su país decidió que no lo haría porque no estaba listo.
Poco tiempo después comenzó a beber en exceso diciendo: «Dios mío soy un alcohólico sin hogar”.
«Tres semanas más tarde ya en Viena acababa de cumplir 30 años, y recibí una llamada de Vic que me decía: «Estoy aquí, ahora», y desde entonces hemos estado juntos».
La pareja celebró la boda en un castillo de cuento de hadas y Vic transformó su vida de vagabundo alcohólico a ingeniero eléctrico.
Emmy dio a conocer su experiencia escribiendo un libro sobre la historia de ambos, que tituló: “Cómo enamorarse de un hombre que vive en un arbusto», con más de 150.000 ejemplares vendidos.
Un par de años más tarde nacieron sus hermosos gemelos. Actualmente la familia vive en una antigua casa familiar en Suecia.
Realmente las historias de amor sí existen, y esta es una de ellas, no dejes de compartirla con tus amigos y seres queridos.