A pesar de que el coronavirus ha demostrado tener poca mortalidad en los seres humanos, exceptuando a la población más vulnerable, puede tener consecuencias devastadoras en el organismo de los pacientes.
Mike Schultz, de 43 años, es un enfermero de San Francisco, California, que demostró que, a pesar de ser atlético y fuerte, el COVID-19 puede causar estragos.
Este enfermero se ha dedicado durante años a entrenar y practicar deporte, no esperaba que el virus le afectara tanto, pero tuvo que ser ingresado en el hospital y luchar durante ocho semanas con la enfermedad.
Él suele compartir contenido sobre fitness en su perfil de Instagram (thebearded_nurse), así como fotos junto a su pareja, tiene más de 38 mil seguidores.
Recientemente, compartió una selfie en la que se veía el drástico cambio que sufrió su cuerpo a causa del coronavirus.
La imagen resultó alarmante para quienes lo siguen y no tardó en hacerse viral.
En la foto de la izquierda, Mike pesaba 86 kilos mientras que en la de la derecha, tras seis semanas luchando contra el coronavirus, pesaba 22 kilos menos.
Salió del hospital pesando 63 kilos y bastante débil y demacrado, muchos aseguraron que era irreconocible.
“Quería mostrarles a todos lo malo que puede ser estar sedado durante seis semanas con un ventilador o intubado. Entre otras cosas, el COVID-19 redujo mi capacidad pulmonar con neumonía. Durante 8 semanas he estado lejos de mi familia y amigos. Me fortalezco cada día y trabajo para aumentar mi capacidad pulmonar”, escribió en una publicación.
El enfermero pensaba que por ser joven y no tener patologías previas el virus no lo pondría en riesgo, pero estuvo conectado a un respirador durante seis semanas.
Mike fue una de las 38 personas que resultaron contagiadas después de asistir al Winter Party Festival en South Beach Miami que se celebró del 4 al 10 de marzo, concluyó un día antes de que la OMS declarara pandemia el coronavirus.
En Estados Unidos no se habían establecido medidas de seguridad y confinamiento.
En las redes, algunos juzgan a Mike por haber asistido al festival en el que vería actuar a su novio Josh Hebblethwaite, de 29 años como DJ.
Una semana después del evento, Mike presentó los síntomas, hasta que el 16 de marzo ingresó en el hospital con fiebre y muy débil.
“Estaba muy débil, esa fue la parte más frustrante. No podía ni sostener mi móvil, me pesaba mucho. No podía escribir, porque mis manos temblaban”, relató.
Tras 57 días en el hospital, Mike recibió el alta médica. Se está recuperando de las secuelas, dice que sufrió alteraciones en el gusto y el olfato.
Mike está haciendo ejercicios cardiovasculares para fortalecer su capacidad pulmonar tras haber estado ingresado en la unidad de cuidados intensivos.
A pesar de las adversidades a las que tuvo que enfrentarse, dice que se siente más motivado.
“Esta vez volveré a donde estaba de forma más saludable, tal vez incluso haga cardio”, escribió Mike.
Necesita ayuda para pagar los gastos del tratamiento que recibió y su recuperación, para eso emprendieron una campaña en GoFundMe en la que han recaudado más de 20 mil dólares.
El caso de Mike ha generado muchos comentarios en las redes, él quiere alertar a otros sobre el peligro del contagioso virus para los pacientes sin importar la edad. Compártelo.