Santiago Maldonado tenía 28 años cuando desapareció el martes 1 de agosto en un corte de ruta en el que participó apoyando el reclamo de la comunidad mapuche de Cushamen, a metros del río Chubut, en el norte de la provincia de Chubut, en la Patagonia Argentina.
Tras 78 días de permanecer desaparecido, varios rastreos a la zona y otras acciones en el resto del país, un cuerpo que podría ser del joven artesano apareció flotando en el río, a metros de la comunidad mapuche.
Santiago Maldonado, el joven argentino desaparecido.
La protesta se desarrolló ante la detención del líder mapuche Facundo Jonas Huala en junio pasado y por el reclamo de las de tierras mapuches que adquirió el empresario textil italiano Luciano Benetton, pero que son reclamados como patrimonio ancestral por los aborígenes.
Ese martes un grupo de uniformados de Gendarmería Argentina, bajo la orden del juez federal Guido Otranto, ordenó el desalojo de la ruta, la que, aseguraron, fue bajo reglamento y sin ningún incidente. Pero luego, las pruebas demostrarían que no fue así.
Santiago, tatuador y artesano oriundo de Buenos Aires, vivía en El Bolsón, y había llegado al Pu Lof de Cushamen el día anterior, buscando apoyar la causa mapuche. Pero desde el día de la protesta nunca más se le vio.
Cartel en la zona del río Chubut.
Soraya Maicoño, miembro de la comunidad mapuche y parte del grupo que comenzó la protesta en la ruta, contó cómo fue ese martes «Cuando empezó la represión con balas de plomo y balas de goma, todos corrimos y cruzamos a nado el río Chubut. Lo vimos (a Maldonado) aferrado a un árbol sin cruzar el río. Entonces se escuchó: ‘Estás detenido’. Después se escuchó: ‘Ya está, ya está’, pero no sabemos si eran las palabras de Santiago o de los gendarmes. Luego ya no lo vimos más».
Gendarmería aseguró no tener responsabilidad en la desaparición de Santiago, ya que nunca habían abandonado la ruta ni perseguido a los manifestantes hasta el río.
«No es un militante o activista, sino que fue por una cuestión humanitaria», afirmó su hermano Sergio Maldonado, quien desde entonces encabezó la búsqueda del joven y se convirtió en el vocero de la familia. En ese momento presentaron un pedido de búsqueda de paradero y los abogados interpusieron recursos de hábeas corpus.
Maicoño aseguró en su relato que “la mayoría cruzó el río para evitar la represión. Ahí vimos a Santiago por última vez. Un compañero que había subido a una lomada vio cómo entre seis y ocho gendarmes hacían una fila para que no se pudiera ver cómo se lo ingresaba en una de sus camionetas. Ese móvil partió hacia Esquel».
En tanto, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, reconoció el desalojo de Gendarmería, pero puso en duda que Maldonado haya estado en el lugar porque “todos estaban encapuchados”.
Allí se produjo el primer corte entre la familia y el Gobierno de Mauricio Macri, que desestimó la desaparición de Santiago y desde el primer momento defendió el accionar de Gendarmería.
Así marcharon por Santiago.
La versión del Gobierno de Macri
Para el gobierno nacional, Santiago Maldonado no fue una prioridad. Las hipótesis oficiales nunca han reconocido que Gendarmería estuvo involucrada en la desaparición, y decidió colocar al mismo juez que había mandado a desalojar la ruta para investigar el caso.
Guido Otranto destinó recursos para investigar datos falsos que surgieron sobre el paradero de Santiago Maldonado, así fue como envió a analizar un cuchillo con sangre de un puestero que una semana antes aseguraba haberse peleado con el joven y herirlo de muerte.
Otra de las versiones decía que había huido a Chile por la cordillera, ayudado por los mapuches. Incluso hubo una pareja que aseguró haberlo llevado hacia la provincia de Entre Ríos, un peluquero que le había cortado el pelo en San Luis y un cura que lo alojó en Mendoza.
Ninguno pudo aportar una prueba.
Los medios afines al gobierno se encargaron de publicar todas estas versiones, mientras la ministra defendía en el Congreso el accionar de Gendarmería.
Las diferentes notas con informaciones del diario Clarín, principal diario oficialista.
Mientras tanto, la fuerza militar presentó un informe desligándose del hecho y los investigadores constataban que todos los vehículos involucrados en el operativo de ese 1 de agosto habían sido enviados a lavar al día siguiente del desalojo de la ruta.
Además, se comprobó que el segundo en mando de la ministra había estado en la ciudad monitoreando el operativo de Gendarmería, buscando terminar con “la amenaza mapuche”.
Mientras tanto, las señales de protesta aumentaban en todo el país, que además está sumido en una grave crisis social en la denominada “grieta”, establecida por quienes apoyan a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el actual mandatario, Mauricio Macri.
Además, la Justicia comenzó a investigar al Gabinete Nacional por encubrimiento en la desaparición de Santiago, que ya había cambiado de carátula de “desaparición de persona” a “desaparición forzada”.
Los organismos internacionales de derechos humanos también comenzaron a reclamarle al presidente sobre el caso, lo que empezó a preocupar al Presidente.
La búsqueda desesperada de la familia
Mientras se sucedían los hechos y se conocían los testimonios de los mapuches, -que no habían querido atestiguar por miedo a nuevas represalias-, la sociedad argentina comenzó a expresar su malestar ante la inacción del Gobierno Nacional y la defensa acérrima a la fuerza militar.
Sergio Maldonado, hermano mayor de Santiago, fue el que encabezó la búsqueda y se mostró muchas veces decepcionado con el presidente Macri, que nunca se comunicó con ellos, y con los medios de comunicación porque la proliferación de noticias falsas y señaló que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, «miente» al señalar que los familiares no colaboran con la Justicia para motorizar la búsqueda.
Sergio Maldonado, el hermano de Santiago.
«No quiero hacer política, sólo encontrar a mi hermano» dijo Sergio, haciendo referencia a los medios oficiales que daban a entender a través de los periodistas cercanos al macrismo que aseguraban que la desaparición de Santiago era una operación del kirchnerismo.
Entonces la familia creó una web para dar a conocer la información oficial que recibía sobre el paradero y la búsqueda de Santiago, además pedían la colaboración de la gente para encontrar al joven. La dirección es www.santiagomaldonado.com, y tiene toda la información del caso.
Pero la sociedad argentina comenzó a levantarse, al margen de las banderas políticas. Con la pregunta ¿Dónde está Santiago Maldonado?, se inició una campaña espontanea en las redes sociales a 25 días de su desaparición.
La iniciativa empezó a viralizarse tras el relato de un paciente que contó que llevó a su hijo a un control médico para que le revisen el yeso del brazo, y mientras estaban en la sala de espera, el profesional salió a llamar a los pacientes: «Santiago Maldonado. Santiago Maldonado. ¿Dónde está Santiago Maldonado?». Uno de los presentes le contestó: «Está desaparecido porque se lo llevó la Gendarmería».
Incluso se sumó hasta el personaje de la famosa serie de Netflix, Frank Underwood.