Cuando se está a la espera de un bebé, es inevitable pasar horas y horas imaginando cómo irá lucir ese pequeñito que mucho más pronto de lo que piensas, va a convertirse en un ser independiente, con sus propios gustos, inseguridades, talentos y ambiciones.
No obstante, esta incertidumbre no se acaba en el momento del nacimiento, pues, como bien sabes, tendrás que esperar un poco más para saber si tu hijo heredó la nariz de papá o los rizos de la abuela.
Este es un tema sobre el cual una familia de Birmingham, Inglaterra, tiene mucho que decir. Contra todas las probabilidades, sus mellizas, quienes nacieron siendo exactamente iguales, poco a poco fueron diferenciándose hasta terminar siendo una rubia y la otra morena.
Ellas son Millie y Marcia Biggs, de 11 años, y sí, aunque no lo creas, ambas vienen del mismo vientre. Cuentas sus padres, Amanda y Michael, que cuando las niñas nacieron en el 2006, apenas podían distinguir la una de la otra. Pero conforme el tiempo pasó, la piel de Millie comenzó a oscurecerse, al igual que su cabello y sus ojos, mientras que la piel de Marcia fue aclarándose cada vez más y más, el azul de sus ojos se intensificó y su cabello resultó siendo muy rubio y rizado.
«Pasados unos pocos meses tras su nacimiento, los cambios comenzaron a hacerse obvios», explica Michael.
Como es de esperar, hacerle entender a la gente que estas niñas son hermanas y, además, mellizas, no ha sido nunca una tarea fácil. Millie y Marcia están a pocos días de comenzar la secundaria en el King Solomon International Business School y su madre cuenta que ha tenido que esforzarse mucho para que los profesores comprendan el parentesco de las niñas.
¡Las probabilidades de que nazcan unas mellizas como estas es de una en un millón!
Lo mismo sucedía en su antigua escuela. «Incluso cuando estaban en primaria, todos se confundían cuando las veía juntas», explica Amanda. «Cuando las buscaba a la salida de la escuela, los otros padres me detenían para preguntarme si las dos niñas eran mis hijas».
«Cada vez que digo que son mellizas, la gente se queda con la boca abierta y suelen lanzar un segundo vistazo».
Amanda cuenta que, en ocasiones, puede resultar un poco irritante la insistencia de las personas que se acercan a preguntarle por sus hijas, pero luego recuerda lo hermosas que son y lo afortunada que es al tenerlas, entonces la molestia desaparece.
«Hubo varios profesores que no me creían al principio, pero luego, cuando las conocieron un poco más, notaron lo parecidas que son», explica Amanda.
Millie (a la izquierda) es una niña muy femenina, adora el rosado y sus padres la llaman «la princesa de la casa», mientras que Marcia (a la derecha) es más masculina y la tienen sin cuidado las coqueterías de su hermana.
Según sus padres, ambas niñas se llevan de maravilla y hacen absolutamente todo juntas. No obstante, sus personalidades son muy distintas, por ejemplo, Millie, quien creció siendo una niña muy tímida, se ha convertido en la manda más y suele ser ella quien le dice a Marcia lo que debe hacer. Por otro lado, Marcia descubrió recientemente su pasión por la gimnasia, mientras que Millie se decidió por las clases de teatro.
«A Millie le encantan las matemáticas y a Marcia las clases de literatura».
«Para nosotros, que sean diferentes nunca representó una problema», aseguran los orgullosos padres.
Por su parte, Amanda, de quien heredó Marcia su tez clara, su cabello rubio y sus ojos azules y Michael, de origen jamaiquino, de quien sacó Millie su piel y su cabello oscuro, aseguran que sus hijas son su fuente más grande de alegría y que se sienten realmente afortunados de haber tenido el privilegio de ser padres de dos niñas tan preciosas, alegres e inteligentes.
Definitivamente, la naturaleza nunca dejará de sorprendernos. ¡Comparte con todos tus amigos y familiares esta fascinante historia!