Las acciones solidarias nos hacen recuperar la esperanza, y deben inspirarnos a unirnos para actuar en función de ayudar a los más vulnerables. A nuestro alrededor hay muchas personas que necesitan ayuda: una palabra de aliento, ser escuchadas, compañía, alimentos…hay diversas maneras de contribuir con su bienestar.
En el Distrito Escolar Elkhart, de Indiana, se está ofreciendo a los estudiantes menos favorecidos un kit de alimentación para que tengan qué comer después de salir de la escuela.
Por años, los distritos escolares se han encargado de abastecer los comedores de diferentes escuelas. Los estudiantes reciben una alimentación sana y saludable en cada institución para que puedan concentrarse en sus labores.
Sin embargo, la triste realidad es que muchos de los alumnos no tenían nada qué comer cuando llegaban a sus casas.
La falta de alimento en los hogares, sumado a la gran cantidad de comidas sobrantes que se perdían en las cafeterías, dieron como resultado la creación de unos kits de comida para los estudiantes más necesitados.
Un alumno elegido para este programa puede recibir hasta 8 envases de comida para él y su familia.
El Distrito Escolar de Elkhart en apoyo con la ONG Cultivate ha comenzado a empaquetar comida para que los chicos que sean elegibles puedan llevar a sus hogares cada tarde y durante los fines de semana.
De este modo se aseguran que el estudiante tenga cómo alimentarse durante el tiempo que está fuera de la escuela.
Cada kit contiene comida nutricional empacada al vacío y lista para calentar.
La organización con sede al Norte de Indiana, se encarga de rescatar alimentos no sólo del Distrito Escolar, sino de algunos restaurantes u empresas, para después cocinarlos y empaquetarlos para un niño con necesidad.
«Sobre todo, rescatamos alimentos que se han hecho pero que nunca han sido servidos por empresas de catering, grandes empresas de servicios de alimentos, como el sistema escolar», dijo Jim Conklin, presidente de la organización.
Por lo general, en las cafeterías escolares se prepara comida en exceso que los niños no consumen y las sobras son refrigeradas pero muchas de ellas terminan por perderse.
Ante esta situación, la iniciativa de esta Organización está resolviendo una doble problemática y al final del día se benefician los niños más desprotegidos.
Una vez que los voluntarios de esta organización captan la comida sobrante, todos ponen manos a la obra en la sede para convertir lo recolectado en alimentos nutricionales.
Después de esto, la comida es empaquetada en justas porciones que los estudiantes podrán calentar en microondas.
«Las comidas se transportan en una mochila aislada, se hacen con comida real y son convenientes para almacenar y calentar», dijo Conklin.
Por ahora, esta iniciativa se ha presentado como un ensayo, se espera que el proyecto pueda aplicarse a nivel nacional.
Hasta el momento el programa piloto se lleva a cabo en Madison Steam Academy (South Bend Community Schools) y Woodland Elementary (Elkhart Community Schools). Esta idea nos encanta y sería genial que pueda aplicarse en otras instituciones, no sólo en el territorio de los Estados Unidos sino en otros países. Para eso es necesario tener la iniciativa y organización de voluntarios, pero ¡claro que es posible!.
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