Erica DeSpain es una madre de familia que todavía se está recuperando de un difícil episodio que vivió en el 2016. Ella, su esposo y sus dos hijas realizaron un pequeño viaje para conocer la nueva casa de sus suegros.
Allí tenían una piscina así que Erica y su esposo charlaron largamente sobre las medidas de precaución para evitar cualquier accidente.
Acordaron que su hija de dos años utilizaría flotadores en todo momento y sólo entraría al agua si contaba con la supervisión de un adulto.
A pesar de todos sus esfuerzos, estuvieron a punto de perder a la pequeña. La familia se estaba preparando para salir de la piscina y disfrutar de una deliciosa comida. La pequeña Hadley ya se encontraba fuera del agua y le habían quitado sus salvavidas.
Todo parecía marchar en orden, pero por unos segundos todos los adultos se enfrascaron en una conversación sin darse cuenta de lo que sucedía. La casa también contaba con una bañera de hidromasaje que desembocaba en la piscina.
Nadie notó que Hadley se había metido allí.
“Hemos discutido hasta el cansancio el cómo se nos escapó a 4 adultos que estaban a metros de distancia. No tiene sentido. En un instante casi pierdo a mi bebé”, recordó Erica.
Cuando se dieron cuenta de lo sucedido, la vida de Hadley ya estaba en riesgo. Su padre, Jamie, la vio flotando boca abajo y la pequeña no parecía reaccionar ante ningún movimiento.
“Tener más adultos puede ser beneficioso y a la vez no. Pensé que serían más ojos vigilando a las niñas pero en este caso lo que hicimos fue distraernos”, dijo Erica.
Afortunadamente, Jamie contaba con formación militar y su entrenamiento exigía que todos los años volviese a tomar un curso de primeros auxilios.
Él sabía exactamente qué hacerpero no sabían si todavía contaban con el tiempo suficiente para salvar a Hadley.
“Fueron los 30 segundos más dolorosos de toda mi vida. Pensé que mi hija de 2 años estaba perdiendo la vida. Mi esposo gritó como nunca antes lo había escuchado. El cuerpo de mi niña parecía azul”, lamentó Erica.
Jamie aplicó sobre ella técnicas de reanimación cardiopulmonar. Al principio, nada parecía dar resultados. Finalmente, la pequeña comenzó a toser sangre y después expulsó mucha agua. En cuando vio que su hija reaccionaba, Jamie tomó su teléfono móvil y llamó al 911.
La familia entera acudió al hospital y tras muchos exámenes los médicos les aseguraron que la niña había sobrevivido sin sufrir daño cerebral alguno.
“Recuerdo que un médico miró a Jamie a los ojos y lo felicitó por lograr salvar la vida de su hija”, dijo Erica.
Erica se encuentra profundamente aliviada de la rápida reacción de su esposo. De no ser por él, habría perdido a su hija mayor. Ahora, quieren dar a conocer su historia para crear conciencia sobre la maniobra de resucitación cardiopulmonar. Es algo que todos deberíamos saber para poder actuar apropiadamente durante una emergencia.
La familia de Erica se encuentra completa y a salvo gracias al rápido actuar de su esposo. Comparte su caso para recordar al mundo entero la importancia de saber primeros auxilios.