En ocasiones, las personas viven experiencias extremas donde se siente que se ha tocado fondo y no se puede salir de allí, pero de repente surge una luz donde solo había oscuridad.
Tal es el caso de Daniel, quien creía que ya todo estaba perdido, pero sin siquiera imaginarlo conoció a una mujer que le devolvió las ganas de vivir después de que su anterior pareja lo hiciera sufrir una pesadilla.
Nunca imaginó las intenciones de su pareja
Daniel Rotariu es un hombre de 33 años que nació en Timisoara, Rumania. Vivió una experiencia dramática con Katy Leong, la persona que en ese momento era su pareja.
Después de una pelea porque se negó a dejarla meter en su cama, la desequilibrada mujer tomó la decisión de castigarlo, y no se le ocurrió otra cosa que echar medio litro de ácido sulfúrico al 96% sobre él. El desafortunado hombre, estaba dormido en ese momento.
Todo alrededor de Daniel se quemó
«Había estado durmiendo solo después de otra discusión con Katie y, al darme la vuelta, sentí que me estaba echando agua caliente», dijo Rotariu.
Sufrió quemaduras en el 32 por ciento de su cuerpo y quedó ciego de ambos ojos, pasó cinco semanas en coma.
La retorcida mente de Leong fue capaz de planificar su acción, más adelante un tribunal recibió su confesión donde contó que probó el ácido en la carne de una salchicha, para asegurarse de esa manera cómo actuaría sobre su pareja.
Daniel estaba destrozado emocionalmente por la magnitud del daño recibido, incluso pensó quitarse la vida.
La mujer no mostró arrepentimiento
Permaneció durante seis largos meses recibiendo atención médica en el Hospital, y tuvo que someterse a veinte operaciones reconstructivas, su familia siempre estuvo apoyándolo.
Empezó su recuperación, y después fue trasladado a una vivienda de apoyo donde siguió recibiendo cuidados y atención. Allí conoció a Anna Catangade 31 años, ella se convirtió en su cuidadora durante todo el proceso de rehabilitación.
Al conocerla su vida cambió, nació un hermoso sentimiento entre ambos y disfrutaban mucho de estar juntos. Ella renunció al trabajo para dedicarse de lleno a su relación.
El amor de ambos fue creciendo cada día, definitivamente la vida le sonrió a este hombre.
Decidieron casarse en una iglesia católica de Nottingham acompañados de ochenta invitados, Anna lució un maravilloso vestido blanco de tul y cuentas, fue el día más feliz de sus vidas.
La pareja vive su hermoso sueño de amor en compañía de Jack, el hijo de siete años de Anna; y de David, el bebé de diez meses que tuvieron los dos.
«Después del ataque, nunca pensé que esto me pasaría a mí, pero fue maravilloso», dijo el feliz esposo.
Comparte esta conmovedora historia con todos tus amigos, y nunca dejes de luchar a pesar de las dificultades. ¡No olvides que después de una noche oscura siempre habrá un hermoso amanecer!