El 2020 trajo consigo una gran enfermedad de alcance global: el coronavirus Covid-19, que comenzó en Wuhan y que es provocada por un miembro de la familia del coronavirus que nunca antes se había encontrado.
Al igual que otros coronavirus, proviene de animales y muchos de los infectados inicialmente trabajaban o compraban frecuentemente en el mercado de mariscos de Huanan en el centro China.
Con su aparición el coronavirus rápidamente causó pánico en todo el mundo, instando a muchas personas inconscientes de la gravedad del asunto a hacer bromas de mal gusto en público.
Uno de estos “graciosos bromistas” fue un hombre de 25 años de edad, llamado Karomatullo Dzhaborov quien causó pánico en el concurrido metro de Moscú, en Rusia, después de fingir que había sido infectado por el coronavirus.
Todo fue capturado en un vídeo que se hizo viral, en donde se puede ver a Karomatullo portando una mascarilla y tambaleándose al caminar.
En cuestión de instantes, el hombre cayó al suelo y “perdió el sentido”, algunos pasajeros se acercaron a auxiliarlo y el hombre comenzó a moverse abruptamente.
Fue entonces que uno de los amigos del inoportuno bromista comenzó a gritar coronavirus, sembrando un gran pánico en todos los pasajeros, quienes huyeron del vagón de metro.
Como era de esperarse, el imprudente joven fue capturado por la policía y, aunque inicialmente fue acusado de vandalismo, las autoridades han endurecido su juicio y ahora se enfrenta a pasar 7 años privado de libertad.
“Ya no se le acusa de simple vandalismo, sino que ahora es por un delito premeditado”, dijo el abogado del joven ruso Roman Shakhmantov.
En Rusia, el vandalismo ha sido catalogado como un delito penal. Es similar a la conducta desordenada, y se utiliza como un cargo general para enjuiciar el comportamiento no aprobado.
Se ha determinado que el cargo es “premeditado” debido a la supuesta participación de otras personas y porque el acto tenía como finalidad ser grabado en un vídeo.
Pero Karomatullo no es la primera persona en usar la mortal enfermedad para tratar de obtener atención en las redes sociales.
Otro hombre llamado James Potok, que intentaba hacerse famoso en Internet, hizo que un avión regresara al aeropuerto desde el que despegó, en un vuelo de Canadá a Jamaica, después de ponerse de pie y gritar que había visitado Wuhan y que se sentía muy mal, dando a entender que había contraído coronavirus.
Hasta el momento, la cifra de personas fallecidas a causa del coronavirus asciende a 2.236 y suman ya 75.465 contagiados. Es una situación grave que preocupa a todas las naciones del mundo y de la que ninguna aspirante a estrella del Internet debería mofarse.
Comparte esta insólita e indignante broma con todos tus amigos y recuerda que no siempre es buen momento para bromear.