Recientemente, todos quedamos conmovidos con la desgarradora historia del joven Kevin Arturo. Kevin fue diagnosticado con una agresiva forma de cáncer en la médula espinal.
Durante meses, ha tenido que estar postrado en una cama pero eso no lo detiene. En el hospital se las ingenió para aprovechar lo poquito puede moverse y comenzó a hacer hermosas pulseras artesanales.
Kevin recibió el diagnóstico con apenas 14 años de edad.
Su inspiradora lucha consiste en vender las pulseras y así poder reunir los fondos que tanto necesita para pagar sus tratamientos. Ahora que su historia se ha vuelto completamente viral, la familia quiso aprovechar para agradecer a la persona que los inspiró.
Durante los primeras semanas en el hospital, Kevin conoció a una niña llamada Andrea.
Andrea estaba internada porque sufrió una trombosis.
La situación de la joven también era muy difícil. Perdió una de sus piernas. Pagar una prótesis parecía imposible para ella y su familia pero tuvo la idea de hacer pulseras y desde entonces se convirtió en una gran inspiración para Kevin.
“Veíamos que la niña hacía pulseras y le comenté a mi hijo que sería una buena idea ayudarle. También era como una terapia para calmar el estrés”.
En cuanto a Andrea le dieron de alta, su madre donó algo de dinero a Kevin para que comprara materiales y siguiera la bonita labor.
Desde entonces, todos han quedado conmovidos con su gran labor y su determinación por seguir adelante. La historia de Kevin Arturo llegó hasta una Fundación y decidieron que debían apoyarle y hacerle un regalo muy especial.
“Ayer conocí a Kevin y fue un momento muy especial para mí. Quiero apoyarlo y motivarlo a seguir adelante. Su reacción fue única e inolvidable”.
Simón Pollo se dedica a viajar a todos los rincones de México para ayudar a quienes más lo necesitan y dar a conocer las inspiradoras historias de quienes nunca se cansan de luchar.
Kevin también ha ido a las sesiones de entrenamiento de Los Venados en el Estadio Teodoro Marcial.
Simón habló con la madre del joven, Ana Isable Lizárraga, y descubrió los dos grandes sueños de Kevin: Ser beisbolista y chef profesional. Después de pasar tantos meses en una cama y en diferentes cuartos de hospitales, es difícil recordar nuestros sueños y mantener las esperanzas.
Le regalaron un bate original del equipo Los Venados de Mazatlán una pelota autografiada por todos los jugadores del equipo.
Es por eso que Simón quería recordarle a Kevin que podría lograr cualquier cosa. Su estado de salud ha ido mejorando poco a poco y sólo es cuestión de continuar dando lo mejor de sí. El joven quedó conmovido hasta las lágrimas.
“Los guerreros siempre triunfan. Kevin es un joven con un gran espíritu”.