Desde comienzos de año, el coronavirus comenzó a encender todas las alertas. Comenzó a propagarse desde Wuhan, China; pero ahora hay más de cien países que se encuentran en estado de emergencia porque la cantidad de personas diagnosticadas no para de aumentar. Después de China, Italia ha sido el país con el brote más preocupante.
«Los casos se multiplican. La sala de emergencias se está desbordando».
Son muchas las medidas que se han tomado para poder salvar tantas vidas como sea posible. Sin embargo, en medio de tanta información muchos realmente no pueden saber cómo es la batalla que los profesionales de la salud están librando en los hospitales.
“Nosotros ya no vemos a nuestros familiares por temor a infectarlos. Muchos de nosotros nos hemos infectado a pesar de los protocolos”.
El Dr. Daniele Cacchini trabaja en el Hospital de Bérgamo. A pesar de todos sus años de experiencia nunca había visto un panorama tan desolador. Se encuentra trabajando a lo largo de turnos realmente agotadores pero decidió tomarse unos minutos para dejar unas palabras en sus redes sociales.
El 27 de febrero había 650 casos de COVID-19 en Italia pero dos semanas después el número ascendió a más de 10 mil.
Era hora de que el mundo entero comprenda la gravedad del asunto. Después de todo, cada vez hay más pacientes que reciben el diagnóstico pero hay personas que no asumen la responsabilidad de permanecer en casa para evitar más contagios.
“Todo el hospital se reorganizó en una semana. El enemigo todavía estaba en las sombras pero las camas comenzaron a “vaciarse” y se liberaron todas las cirugías que no fuesen urgentes”.
El Dr. Cacchini explica que hubo una tensa calma antes de la tormenta. Se tomaron las medidas para permitir camas disponibles y todo el espacio posible. Por desgracia, un par de días después nada de esto era suficiente.
Llegaron miles de personas mostrando alarmantes síntomas y las carteleras del hospital con los datos de los pacientes comenzaron a mostrar el mismo diagnóstico una y otra vez.
“Sé paciente. No puedes ir al teatro, a los museos o al gimnasio. Trata de tener piedad de las miles de personas mayores que podrías afectar. Todos estamos ayudando. Tú deberías hacer lo mismo”.
En medio de una situación como esta es vital mantener la calma. Las palabras del Dr. Cacchini pueden causar un poco de miedo pero lo más importante es centrarnos en su mensaje final: Aportar nuestro granito de arena. Los especialistas están dando lo mejor de sí. Nosotros podemos evitar los contagios y permanecer en casa para ayudar a salvar tantas vidas como sea posible.
No te vayas sin compartir el valioso este valioso mensaje. Estas medidas nos pueden ayudar a salvar la vida de muchos.