Alfredo Quinones Hijonosa es hoy en día uno de los mejores neurocirujanos en el mundo entero. Sin embargo, cuando era niño pasó años realmente difíciles y no podía imaginar que lograría llegar tan lejos en la vida.
Su familia vivía en México y sus padres eran dueños de una gasolinera. Lamentablemente, la situación económica arreció y se vieron obligados a vender su negocio por un precio muy bajo.
Desde entonces, todo parecía ir de mal en peor.
“Tenía hambre. Sabía que mi familia tenía hambre. Sabía que no teníamos nada y no había mucho tiempo para pensar”, dijo el Dr. Alfredo.
Alfredo creció en una casa donde la situación económica era tan precaria que a duras penas podían comer carne una vez a la semana.
Cuando cumplió los 14 años de edad, Alfredo comenzó a trabajar arrancando monte en diferentes zonas rurales
Alfredo se sintió verdaderamente inspirado al ver que podía llevar algo de dinero para ayudar a su familia. Pero él sabía que esto no era suficiente.
“Yo solo quería irme. Quería formarme y trabajar para enviar dinero a mi familia. Asegurarme de que mis padres y mis parientes tuvieran comida”, dijo el Dr. Alfredo.
Un día antes de cumplir los 19 años, Alfredo saltó un muro de más de 5 metros para llegar a California. Los agentes fronterizos lo encontraron en tan sólo unos minutos y lo regresaron a su país.
Alfredo pasó horas sintiéndose realmente frustrado y finalmente decidió volver a saltar el muro. Esta vez tuvo mucha más suerte y logró que nadie lo notara.
Alfredo vivió los primeros años de su vida en la calle y continuaba realizando trabajos relacionados al campo.
Todo cambió en los años 80 cuando pudo legalizar sus papeles y no lo pensó dos veces para ir a la Universidad.
Todos quedaron impresionados con sus calificaciones e incluso llegaron a realizar duros comentarios donde le aseguraban que no parecía mexicano por ser tan inteligente.
“No puedes ser de México. Eres demasiado inteligente para ser de allí”, le dijeron varias personas en la Universidad.
Desde entonces, Alfredo no ha parado de trabajar. Es conocido actualmente como uno de los mejores neurocirujanos y trabaja en el Hospital Johns Hopkins Medicine.
“No sólo trabaja realizando excelentes cirugías. También hace investigaciones muy innovadoras que nos permiten entender mejor las enfermedades y los tumores cerebrales”, dijo el Dr. Henry Brem.
Personas del mundo entero viajan a conocerlo porque saben que es un hombre muy inteligente y dispuesto a hacer cualquier cosa por ayudar a los demás.
“Es un maravilloso cirujano. Cuida a todos sus pacientes con muchísima destreza y también con mucha humanidad”, dijo el Dr. Henry Brem, cabecera del Departamento de Neurocirugía.
En tiempos donde los inmigrantes son terriblemente juzgados, Alfredo es un importante recordatorio de que todos merecen una segunda oportunidad.
No hay dudas de que Alfredo es un verdadero ejemplo de que podemos sobrepasar cualquier dificultad que se nos presente. Sólo necesitamos un poco de perseverancia. ¡Comparte!