Todos los niños son ángeles en la tierra que el universo nos presta para aprender de su inocencia y gran corazón. No obstante, siempre debemos cuidar de ellos para evitar terribles hechos como el que padeció el pequeño Marcos Levi Ruiz Pontes, tras un accidente doméstico, cuando tenía 10 meses de edad.
Actualmente, Marcos tiene 3 años y necesita usar una malla compresiva para cubrir sus cicatrices. Su dócil rostro se quemó al 100% tras un accidente doméstico con una sartén de aceite caliente y ya ha sido sometido a ocho cirugías.
El niño es residente de Guarujá, en la costa de São Paulo, Brasil, y las quemaduras con las que resultó le dejaron cicatrices en el 30% de su cuerpo, necesitando usar un traje de compresión para tratar de aliviar las marcas.
Es un valiente guerrero
Alice dos Santos Ruiz, de 19 años, explica que el accidente ocurrió cuando su hijo se encontraba en un viaje a la casa de su hermano en la capital.
“Nunca había gateado y había comenzado ese día. Fue hacia la estufa y se puso de pie. Fue entonces que agarró la sartén, que cayó con aceite caliente”, narró la madre.
Marcos fue trasladado a un hospital de São Paulo, donde recibió atención de emergencia. El aceite caliente llegó a parte de su pecho, brazos y el 100% de su rostro. Estuvo hospitalizado cerca de tres meses y, durante ese período, tuvo que ser sometido a ocho cirugías de injerto de piel, debiendo quitarle piel incluso de su pierna.
“Fue un milagro que sobreviviera a las quemaduras. Nadie me dio esperanzas, ni siquiera los médicos”, señaló la joven.
El niño se somete a un seguimiento médico con un cirujano cada tres meses, en la ciudad de São Paulo, para conocer cómo están las cicatrices y si las marcas están mejorando.
La expectativa es que, en cuatro años, Marcos pueda someterse a una nueva cirugía que le permitirá tener una mejor calidad de vida.
Pese a todo, Marcos vive muy bien, como cualquier niño normal. No tiene dolor y no ha perdido ningún movimiento. Para reducir sus cicatrices, además de utilizar una malla compresiva, utiliza una placa de silicona, ayudando a que su piel se vuelva más suave.
Su sueño es tener un atuendo de Spiderman
Marcos necesita una nueva malla, pero el sueño de este angelito es que se parezca al traje de Spiderman, un personaje de los cómics que le apasiona. Las mallas no son provistas por el Sistema Único de Salud y un modelo para todo el cuerpo puede llegar a costar hasta 200 dólares.
Para poder comprar un traje nuevo, como quiere el niño, la madre organizó una recaudación virtual, ya que se encuentra desempleada y únicamente había comprado un traje con un coste de más de 30 dólares para su cabecita.
Este niño merece todo por aferrarse a la vida y seguir sonriendo pese a todas las vicisitudes a las que se ha enfrentado a su corta edad.
¡Hagamos su sueño realidad!
Esperamos que este pequeñito reciba la ayuda que necesita y siga recuperándose, comparte su emotiva historia.