El 21 de junio de 1977 cambió para siempre la vida de una pequeña familia después que su hijo menor fuera secuestrado. Mauro Romano, de seis años, estaba jugando con otros niños en un campo en Puglia, Italia.
Ese día, sus padres, Bianca Colaianni y Natale Romano, dejaron al niño con sus abuelos maternos mientras marchaban al pueblo vecino, en Nápoles, para el funeral del padre de Natale. Lejos estaban de imaginar que ese día empezaría una de sus peores pesadillas y uno de los más grandes misterios del pueblo de Puglia.
Mauro Romano el niño secuestrado cuando solo tenía 6 años.
Según investigadores, el niño fue secuestrado por el barbero del pueblo, Vittorio Romanelli, quien en cuestión de segundos se llevó al niño en una moto. Desde entonces, la familia ha vivido momentos de total incertidumbre, episodios misteriosos y sin respuestas.
En una ocasión el presunto secuestrador llamó a la familia pidiendo un rescate por miles de dólares, si bien la policía logró capturarlo y detenerlo por extorción, no tenía ninguna relación con el secuestro. Fue más como una cortina de humo para desviar la atención y que los verdaderos secuestradores llevaran a cabo su gran plan.
Mauro y su hermano mayor.
Las autoridades intentaron seguirle el rastro al barbero, pero lo único que se supo fue que tomó al niño y lo llevó a una propiedad a un pueblo cercano a Recale.
La investigación indicó que Mauro jugó con el hijo de Romanelli y en la noche lo sedó con cloroformo, y lo sacó del país con ayuda de otros dos hombres. Pasaron los años y los padres no cesaron su búsqueda, pese a que muchos dieron al niño por muerto.
El matrimonio Romano no ha dejado de buscar a su pequeño hijo.
La familia experimentó diferentes episodios traumáticos, en enero del 2015 sufrieron un extraño robo, además de robarles joyas y dinero, se llevaron una copia del expediente de investigación y un cuaderno donde la mamá de Mauro había anotado todos los nombres y apellidos de los que según ella y su esposo estaban posiblemente involucrados en el secuestro.
El tiempo seguía pasando y no había ningún dato valioso que permitiera avanzar a las autoridades en la investigación. No fue sino hasta marzo del 2020 que sucedió algo increíble dando un giro inesperado a la historia.
El matrimonio Romano, Mauro (izquierda) y su hermano mayor (derecha).
Bianca Colaianni, la mamá de Mauro, recibió una carta de un mafioso detenido en la cárcel italiana de Oristano. Angelo Salvatore Vacca, escribió:
“He leído y escuchado tus numerosos llamamientos y creo que tienes el sacrosanto derecho a saber. Lo que me duele de todo es que mucha gente en el pueblo lo sabe pero no dicen nada, porque en el pasado lo he escuchado varias veces y todos apuntan a la misma persona. Pero creo que ahora es el momento de decir lo suficiente y dar la vuelta a toda esta historia. Se lo debo a mi conciencia y se lo debo a Dios, puedo y estoy dispuesto a dar mi contribución”.
Gracias a un cuñado de Vaca, también miembro de la mafia, se enteró que Mauro había sido secuestrado por Vittorio Romanelli. El niño que fue secuestrado y creído muerto fue vendido a una familia de Emiratos Árabes.
Hoy, Mauro tiene 50 años y es uno de los hombres más ricos del mundo. Su padre adoptivo es uno de los hombres más poderosos de ese país con una fortuna de miles de millones de dólares.
Aún conserva la ropita de Mauro y sus cuadernos de la escuela.
Hasta la fecha no se tiene certeza que el jeque del que se habla sea el mismo niño secuestrado hace 44 años, sin embargo, recientes investigaciones arrogaron algunos datos importantes como la cicatriz que tenía el niño en su mano derecha después de haberse quemado con agua caliente y una cicatriz en la ceja.
Además se realizó un identikit de cómo sería en la actualidad y coincide con el supuesto jeque de los Emiratos Árabes.
El matrimonio Romano (a los lados) y su abogado, Antonio La Scala (en el centro).
La madre de Mauro, comentó al respecto:
“Escribimos una carta a los Emiratos Árabes Unidos, al que creemos es nuestro hijo. Creo que podrían hacer desaparecer esa carta tan bien como lo hicieron con las demás. El que nos hizo esto, que se llevó a mi hijo y lo entrego a Arabia, debe decir toda la verdad. Yo lo perdonaría. Pero por lo demás no, no puedo perdonar a un animal”.
Antonio La Scala, el abogado de la familia, viajará a los Emiratos Árabes a pedirle en persona a Mauro que se haga una prueba de ADN, hasta la fecha el jeque se niega a realizarla. Esta madre asegura que nunca ha cerrado su herida y esta podría ser la última carta para esclarecer el caso y ponerle fin a su dolor.
Esta historia sin duda, deja mucho de qué hablar. No hay peor sensación que la pérdida del ser que amamos. Ojalá esta familia logre encontrar las respuestas que necesitan. Es posible que así encuentren paz en su corazón. Comparte y déjanos saber tu opinión.