Una nueva tendencia arrasa con las redes sociales y de nuevo tiene el potencial de ser mortal. Primero fue el reto del galón, luego el reto de la canela, entonces algunos adolescentes empezaron a jugar al reto de la sales de baño.
¿Cuándo se termina?
Pues no será pronto, ahora tenemos el reto de las “Cápsulas de Detergente,” porque nada mejor que jugar con detergente para un grupo de adolescentes aburridos y desesperados.
Los chicos se filman a sí mismos mientras intentan ingerir las cápsulas de detergente para lavar marca «Tide».
No se sabe correctamente qué empezó toda esta locura colectiva. Además de un artículo satírico del diario universitario The Onion hace un par de años.
Las cápsulas coloridas suelen tener advertencias para los padres que les recuerda mantenerlas fuera del alcance de los niños pequeños.
Por eso los padres deben tomar las acciones acordes y estar vigilantes. Pero cuando se trata de adolescentes mayores todos estamos en un completo limbo.
¿Qué puede motivar a un grupo de chicos a ponerse químicos nocivos, detergentes y plásticos de mal sabor en la boca?
“Todos me decían que estúpido soy y se preguntaban qué me pudo haber motivado a hacer una cosa así. Tienen razón nadie debería estar poniendo jabón en su boca.”
Los adolescentes con estos retos se han colocado sal en las manos sujetando hielo hasta que quema.
Se han bañado en alcohol, prendiéndose en fuego.
Incluso han atacado a compañeros distraídos con ollas de agua hirviendo.
Nadie dice nada, nadie hace nada.
Pero la única acción real es que cada vez hay más vídeos con este reto y cada vez tienen más visitas.
“No pensé que podía comerlas, pero se ven deliciosas” y ahí va otra capsula de jabón masticada a su boca.
Etanol, peróxido y una mezcla de polímeros todos entrando a su sistema.
Es asqueroso, estúpido y vergonzoso.
Hasta la compañía dueña de «Tide» emitió un comunicado recordando que las cápsulas no son para consumo humano, su formulación es para remover mugre de la ropa.
“No deben ser usadas para jugar, así sea una broma.” dice el mensaje oficial que parece un chiste aún mayor.
Que un grupo de adolescentes deba ser recordados que comer detergente es peligroso realmente es el chiste más cruel de todos.
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