McKrae Game dedicó gran parte de su vida a ofrecer terapia de conversión a todas aquellas personas que sintieran atracción hacia alguien del mismo género.
En 1999 fundó el programa Truth Ministry, que años después cambió el nombre a Hope for Wholeness. Se trataba de grupos de apoyo en donde las personas que sintieran alguna inclinación LGBTQ+ pudieran encontrar el camino para “corregir” su forma de ser.
“Cuando comencé, pensé que la comunidad gay y el mundo entero estaban mintiendo al decir que esto era natural”.
A pesar de predicar de manera tan clara y fuerte en contra de la homosexualidad, Game pasó gran parte de su vida tratando de suprimir sus propios sentimientos. Desde que era muy pequeño, sus compañeros se burlaban de él y lo trataban de afeminado.
Buscó ayuda en su iglesia y gracias esto decidió fundar su programa. Se casó con una mujer pero nunca dejó de sentir atracción hacia los hombres e incluso llegó a tener varias aventuras.
McKrae vive en la ciudad de Spartanburg en Carolina del Sur.
A pesar de la gran disputa que tenía consigo mismo, continuó trabajando por años para “convertir” a miles de personas que se inscribieron en su programa. Con el paso de los años comenzó a sentirse demasiado agotado por continuar negando lo que realmente era.
McKrae fue el líder de la organización durante 20 años.
Uno de los casos que más lo conmovió, fue el de un joven que conoció y que terminó quitándose la vida por sentir que no podía vivir en un mundo donde no lo aceptaban.
Game se sintió muy afectado por este caso y comenzó a cuestionarse y a sincerarse con él mismo. Comenzó a tener problemas e incluso lo despidieron de Hope for Wholeness.
“Hemos hecho daño a muchas generaciones. Quiero hacer todo lo que esté en mis manos para remediarlo”.
Desde entonces ha tenido que recorrer un gran camino para poder sincerarse. Decidió declararse gay y pedir disculpas por el enorme daño que causó a tantas personas al tratar de convencerlos de que estaba mal sentir amor por otra persona del mismo género.
“Yo solo era un fanático religioso que no hacía más que lastimar a los demás”.
Ahora, después de asegurar a muchos que podrían ir al infierno por ser ellos mismos, se encuentra hablando sobre los grandes cambios que ha tenido que dar en su vida para sentirse libre.
“La terapia de conversión no es sólo una mentira sino que también es algo muy dañino y doloroso”.
No hay duda de que después de tantos años predicando en contra de la homosexualidad, se requiere de mucho valor para tomar este paso. Las declaraciones de Game han causado mucha controversia y muchas personas no paran de criticarlo fuertemente por el enorme daño que causó durante tanto tiempo.
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